Las sillitas de niño para bicicleta o sillitas portabebés para bicicleta, son sillitas o asientos que están diseñados para ser instalados en una bicicleta con la finalidad de transportar un niño. Suelen ir equipados con un cinturón de seguridad, protección lateral y reposapiés que evitan que el pequeño toque las ruedas con sus pies, existiendo tanto sillitas traseras, que se colocan sobre la rueda trasera, como delanteras, que se adaptan al manillar.
Características de las sillitas de niño para bicicleta
Padres e hijos pueden muy bien disfrutar de agradables paseos en bicicleta, incluso tratándose de niños pequeños. En la actualidad es posible hacerlo, y además de forma segura, gracias a las sillitas de niño para bicicleta.
Las sillitas de niño para bicicleta pueden fijarse en varias ubicaciones:
- En la parte delantera: se adapta al manillar.
- En la parte posterior: se acopla a la tija del sillín. Es el montaje más común.
- En la barra horizontal de la bicicleta: se acopla a la barra del cuadro, entre el sillín y el manillar, por lo que el niño viaja delante del adulto.
Por lo que respecta al montaje, las sillitas delanteras pueden fijarse al manillar y a la horquilla, mientras que las sillitas delanteras suelen anclarse a la tija del sillín y a las vainas traseras. En algunas bicicletas, las vainas traseras y la horquilla pueden tener ojales, con o sin rosca. En algunos casos la sillita de niño puede ir colocada sobre un portaequipajes, ya sea en la parte trasera o en el manillar.
Veamos las principales características de las sillitas para la parte delantera:
- Para el bebé es más agradable ir en la parte delantera, ya que puede tener una mejor vista que en la parte de atrás, donde sólo puede ir mirando a los lados, ya que al frente únicamente ve la espalda de quien conduce.
- Permiten tener en todo momento al niño a la vista.
- Algunas bicicletas disponen de una pantalla para proteger del viento o de frenazos a los pequeños cuando van sentados en una silla frontal.
- Reducen la visibilidad, ya que lleva el niño delante.
- Dificultan la maniobrabilidad, además de que un movimiento brusco del pequeño puede desestabilizar el vehículo debido a que el peso va cargado sobre el eje delantero, por lo que hay que tener más precaución al hacer giros y al frenar.
- Dado que se carga el peso sobre el eje delantero, estas sillitas pueden soportar una carga inferior a las sillas traseras, hasta un máximo de 15 kilos.
Veamos ahora las características de las sillitas traseras:
- Las sillitas traseras deben tener un respaldo de una altura que permita al niño reposar la cabeza, sobre todo en caso de que se quede dormido.
- Estas sillas son más cómodas para el ciclista, ya que no le restan visibilidad.
- La bici es más fácil de manejar y no es tan factible que interfieran en el equilibrio de la bicicleta.
- Al tener al niño detrás, el adulto no ve lo que hace, por lo que asegurarse constantemente de que vaya bien atado y con el casco.
- Además, el niño tiene peor visibilidad, ya que va pegado a la espalda del adulto y sólo puede mirar a los lados, puesto que al frente únicamente ve la espalda del adulto.
- Estas sillas pueden soportar más peso que las que se colocan en la parte de delante, hasta unos 20 kilos de peso.
Ya sea frontal o trasera, la silla debe tener soportes cómodos y adecuados para las piernas de los pequeños, así como cinturones de seguridad.
En cualquier tipo de silla para bicicleta, los pequeños deben ir bien protegidos con el casco adecuado, así como bien sujetos con el cinturón de seguridad, que siempre debe estar en óptimas condiciones y tener un ajuste perfecto al tamaño del niño.
Cada país tiene diferente legislación en lo referente a sillitas de niño para bicicleta, y son normas generalmente muy cambiantes de un país a otro, por lo que siempre antes de plantearnos la posibilidad de utilizarlas debemos asegurarnos de que está permitido. En muchos países sólo se permite llevar niños en sillas hasta los 7 años, debiendo éstas estar homologadas.