El 3D autoestereoscópico es una tecnología que permite la representación tridimensional sin necesidad de usar gafas especiales. Mientras que en los televisores 3D convencionales este efecto se consigue utilizando gafas 3D especiales, de tal manera que las dos imágenes independientes se combinan en una única imagen tridimensional por medio de las gafas, en los televisores 3D autoestereoscópicos este efecto se consigue mediante filtros ópticos.
3D Autoestereoscópico
EL 3D autoestereoscópico es como se conoce la técnica para producir imágenes en 3D, que sean visibles como tridimensionales para el ojo humano, sin que sea necesario usar gafas especiales o cualquier otro dispositivo, como cascos especiales.
La tecnología 3D autoestereoscópico permite a los usuarios poder disfrutar de cualquier imagen o video en 3D en una pantalla, sin que para ello requieran de usar un dispositivo adicional, como las populares gafas para 3D, que en ocasiones pueden resultar molestas e incómodas.
El principal atractivo de los dispositivos autoesteroscópicos es que ofrecen la mayor aproximación al mundo real que nos rodea, sin necesidad de tener que utilizar aparatos externos.
Esta tecnología será sin duda de gran importancia en el desarrollo futuro de la televisión 3D, ya que elimina un factor que puede generar incomodidad en el usuario, como son las gafas 3D, lo que redundará en una mayor expansión del 3D en la televisión, actualmente mucho menos desarrollado que en la producción cinematográfica.
Funcionamiento del 3D autoestereoscópico
El procedimiento 3D autoestereoscópico logra omitir el uso de las gafas 3D especiales, gracias a unos filtros ópticos que son integrados en la pantalla de visualización y que realizan la función de las gafas 3D, de tal manera que las diferentes imágenes se controlan mediante un procesador gráfico.
Así, mientras que en los televisores 3D convencionales son las gafas las encargadas de combinar las dos imágenes independientes en una única imagen tridimensional, en los televisores 3D autoestereoscópicos se encargan los filtros ópticos de conseguir este efecto.
Sin embargo, para lograr el efecto tridimensional no basta con estos filtros ópticos, se requiere de la proyección de imágenes tomadas de distintos ángulos de visión para poder crear una única imagen en 3D.
Para poder ver las imágenes procesadas se necesitan pantallas con alta resolución, ya que cuando los filtros ópticos de la pantalla crean la reproducción tridimensional de la imagen, cada punto de la imagen se reproduce con una matriz de pixels.
Dispositivos con 3D autoestereoscópico
La tecnología del 3D autoestereoscópico ya ha comenzado a extenderse y cada vez son más los dispositivos electrónicos de uso común que la incorporan.
Por ejemplo, algunas videoconsolas ya disponen de 3D autoestereoscópico en su forma más simple, ya que sólo logran crear la ilusión de imágenes en 3D desde ciertos puntos de visión y a cortas distancias.
La llegada del 3D autoestereoscópico a los televisores ha tardado un poco más, debido a que resulta más costoso implementar esta tecnología en pantallas grandes, sin embargo ya se conocen varios modelos que lo logran.
También existen ya teléfonos móviles capaces de crear la ilusión de las imágenes en 3D sin necesidad de gafas, e incluso algunos modelos son capaces de tomar fotografías y grabar videos tridimensionales gracias a su doble objetivo.