Un cepillo limpiador facial es un cepillo concebido para eliminar los residuos superficiales de la cara, tales como maquillaje, piel muerta, suciedad o sebo, por lo que ayudan a mantener una piel sana y son un aliado para el cuidado diario. Existe una extensa gama de cepillos limpiadores faciales, desde manuales hasta eléctricos, aunque los modelos eléctricos se consideran más completos porque limpian, exfolian y masajean al mismo tiempo.
Qué son los cepillos limpiadores faciales
Los cepillos limpiadores faciales, también llamados cepillos de limpieza facial o cepillos faciales, se emplean para eliminar los residuos superficiales de la cara, por lo que ayudan a mantener una piel sana.
Día a día crece la popularidad de los cepillos faciales. Los expertos los recomiendan para la limpieza cotidiana del rostro y existe una inmensa variedad de marcas y tipos, tanto de uso manual como eléctrico. Los cepillos faciales pueden ser utilizados tanto por hombres como por mujeres de cualquier edad.
Los cepillos limpiadores faciales tienen varias finalidades. La primera es la limpieza del rostro ya que permiten remover impurezas, células muertas, etc. Esto nos da una doble función en un solo uso, ya que limpian y exfolian la piel. Además de limpiar la superficie de la piel, brindan un suave masaje que activa la circulación permitiendo una mejor oxigenación celular, lo que se traduce en una piel sana, limpia y luminosa. Como la piel queda más limpia y libre de obstrucciones, entonces las cremas, tratamientos y otros productos de belleza que se aplican inmediatamente después de limpiar el rostro se absorben mejor y sus efectos se optimizan. Todo esto se traduce en una piel con luminosidad, más tonificada y de apariencia más joven.
Los cepillos limpiadores faciales se emplean con movimientos suaves giratorios, comenzando por las mejillas y cuidando las áreas más delicadas como los labios y los párpados.
Podemos distinguir dos tipos de cepillos limpiadores faciales:
- Cepillo facial eléctrico.
- Cepillo facial manual.
Los cepillos faciales manuales pueden tener cerdas naturales o artificiales. En general las cerdas naturales son las más recomendables, pero hay que escoger cuidadosamente para que tengan la rigidez necesaria para limpiar pero que no resulten agresivas para la piel.
Los modelos eléctricos se consideran más completos que los manuales porque limpian, exfolian y masajean al mismo tiempo. Pueden ser de muy diferentes tipos, algunos cuentan con cabezas intercambiables, que además de cepillos incluyen cabezas para microdermoabrasión y en algunos casos ofrecen varias velocidades de funcionamiento. La mayoría se pueden utilizar bajo la ducha.
En algunos de ellos se puede insertar limpiador facial pero se recomienda probar previamente que dicho producto sea el adecuado dependiendo del tipo de piel. Algunos cepillos faciales eléctricos ofrecen también un cabezal especial para la piel del cuerpo. Otros integran un indicador para saber cuándo dejar de cepillar una cierta área y cambiar a otra, lo que permite un cepillado más eficiente en todo el rostro. Generalmente funcionan con baterías recargables.
Un buen cepillo facial que se utiliza de manera correcta y en forma habitual puede ofrecer resultados verdaderamente sorprendentes.