La eliminación de tatuajes es una necesidad cada vez más extendida, por lo general por motivos sociales o laborales, ya que pueden influir negativamente en la futura vida personal del usuario. Excepto los tatuajes temporales que desaparecen al poco tiempo de dibujarse, en general los tatuajes son permanentes y duran toda la vida, y para eliminarlos es necesario someterse a tratamientos como el láser, que puede resultar doloroso, caro y precisar mucho tiempo.
Qué es la eliminacion de tatuajes
Cada día son más frecuentes los tatuajes decorativos. Un tatuaje es una herida punzante realizada en las capas profundas de la piel que se rellena con tinta o algún tipo de pigmento, por lo que se trata de una decoración permanente.
Realizarse un tatuaje es una opción perfectamente válida, pero muchos de los tatuajes se realizan por impulso, sin pensar en las posibles futuras consecuencias. Antes de hacerse un tatuaje, el usuario debe valorar cómo puede influir el tatuaje en el futuro en los distintos aspectos de su vida.
Los tatuajes ubicados en zonas visibles, como las manos, los brazos, el cuello o la cara, pueden interferir en la vida laboral del usuario hasta el punto de impedir el acceso a determinadas profesiones. También los tatuajes que contienen el nombre de una persona pueden influir en la futura vida personal, por ejemplo en caso de ruptura de la pareja. Otro motivo común para eliminar un tatuaje es su baja calidad de elaboración.
Por estos y otros motivos, cada vez es más habitual la necesidad de eliminar los tatuajes por motivos sociales o laborales. De hecho, se estima que un 60% de las personas que tienen un tatuaje se se arrepienten de habérselo hechon, aunque sólo un pequeño porcentaje dan el paso de acudir a un centro de eliminación de tatuajes.
Eliminar un tatuaje es muy complicado, pero la dificultad depende de factores como el color, el tipo de tatuaje o la localización corporal del tatuaje. Por lo general siempre quedan marcas, cicatrices, sombras u otro tipo de secuelas en la piel.
Antiguamente, los tatuajes se eliminaban con métodos agresivos basados en la electrocoagulación, la dermoabrasión o la escisión del tatuaje, procedimientos que extirpaban la piel tatuada y producían cicatrices muy visibles.
En la actualidad el método más empleado es el láser, que permite eliminar los tatuajes de forma eficiente y sin dañar la piel circundante. Mediante el láser se eliminan los tatuajes de forma progresiva y sin agredir la piel. Aunque las técnicas láser son efectivas para la eliminación de tatuajes también presentan inconvenientes, ya que en ocasiones los resultados no son completamente satisfactorios y el tratamiento puede llegar a ser doloroso, costoso y requerir mucho tiempo.
Debido a la alta demanda que tiene la eliminación de tatuajes poco a poco van surgiendo otros métodos y técnicas para ello alternativas al láser, menos dolorosas y a un menor costo, tales como las cremas naturales que decoloran los pigmentos, las sales dermoabrasivas o remedios caseros como el perióxido de hidrógeno.