Un ordenador de sobremesa para videojuegos, también llamado ordenador para jugar, es un ordenador de sobremesa específicamente diseñado para jugar a videojuegos, por lo que disponen del hardware más potente, optimizado para el máximo rendimiento del procesador y la tarjeta gráfica. No sólo utilizan ordenadores para videojuegos los fanáticos de los videojuegos, también los entusiastas de la informática, ya que se construyen para maximizar el rendimiento, utilizando los videojuegos como banco de pruebas.

Características de los ordenadores de sobremesa para videojuegos
Un ordenador de sobremesa para videojuegos (en inglés “gaming desktop computer”) es una computadora personal que es capaz de ejecutar videojuegos muy exigentes desde el punto de vista computacional. Por ello, van equipados con los componentes hardware más potentes y están optimizados para obtener el máximo rendimiento del procesador y la tarjeta gráfica.
Los ordenadores de sobremesa para videojuegos son muy similares a los PC convencionales, siendo la principal diferencia la adición de componentes orientados al rendimiento, como una CPU de gama alta y una o más tarjetas gráficas.
Los ordenadores para jugar no están orientados únicamente a los fanáticos de los videojuegos, sino también a los entusiastas de la informática y hardware, ya que se construyen para maximizar el rendimiento, utilizando los videojuegos como un punto de referencia.
En lo referente al precio, contrariamente a la idea errónea de que los ordenadores para jugar están inevitablemente asociados a precios elevados, se pueden subdividir en segmentos de gama baja, de gama media y de gama alta. De hecho, los fabricantes de tarjetas gráficas obtienen la mayor parte de sus ingresos de sus ofertas de gama baja y de gama media.
A este respecto, se debe destacar el hecho de que los entusiastas de la informática se centran por definición casi exclusivamente en los ordenadores para videojuegos de alta gama, ya que su único objetivo es maximizar el rendimiento del equipo, mientras que los fanáticos de los videojuegos están enfocados en lograr un rendimiento óptimo en la ejecución de juegos, por lo que prestan más atención al coste total del equipo.
Debido a la gran variedad de componentes que pueden formar parte de una computadora construida para jugar videojuegos, los ordenadores para jugar suelen ser hechos a medida, en lugar de pre-ensamblados, ya sea por fanáticos de los videojuegos, por entusiastas de la informática o por empresas especializadas en producir ordenadores para jugar personalizados.
Con el fin de generar interés, los fabricantes de ordenadores para jugar que venden sistemas completos a menudo producen modelos tuneados (“computer hardware tuning” o “hardware modding”), lo que les permite competir no sólo en el hardware de su interior, sino también en el diseño estético.
Diferencias entre ordenadores para jugar y PC convencionales
Históricamente, las computadoras para jugar tenían varios componentes de hardware específicos que los diferenciaban de un PC típico. La necesidad de disfrutar de mejores gráficos comenzó con la fidelidad de color, pasando de sistemas tales como CGA a VGA, que posteriormente fue adoptado para el mercado genérico de PC. Los videojuegos también lideraron el desarrollo de tarjetas de sonido, un componente que ahora está comúnmente integrado en las placas base.
En la década de 1980, varias plataformas no compatibles con el estándar IBM-PC obtuvieron una gran popularidad debido a sus gráficos avanzados y capacidades de sonido, especialmente el Commodore 64 y Amiga. Los desarrolladores de videojuegos de la época se centraron en estas plataformas para desarrollar sus juegos, aunque por lo general posteriormente lanzarían también sus juegos para las plataformas más comunes de PC y Apple. Esta tendencia culminaría más adelante en la revolución de las consolas de videojuegos.
Los juegos online ayudaron también a promover el uso de tarjetas de red y enrutadores, lo que permitió compartir la conexión a Internet de banda ancha con todos los ordenadores en el hogar. Al igual que ocurrió con las tarjetas de sonido, los adaptadores de red ahora están comúnmente integrados en las placas base.
En la actualidad, la principal diferencia entre un ordenador de sobremesa para videojuegos y un PC típico es la inclusión de componentes orientados a optimizar el rendimiento, tales como sistemas de refrigeración más eficaces, RAM más rápida y de menor latencia, discos duros más rápidos, placas base con componentes de mayor calidad, controladores RAID y la capacidad de realizar overclocking de componentes como la CPU desde el menú BIOS e incluso desde el escritorio del sistema operativo.
La diferencia más común es que las computadoras para jugar tienen tarjetas de vídeo de rendimiento mucho más alto, que alojan un procesador gráfico (GPU) y VRAM (Video RAM). Algunas placas base orientadas a videojuegos admiten múltiples tarjetas de vídeo. Sin embargo, tales configuraciones se consideran por lo general como una curiosidad para entusiastas más que una alternativa a la actualización de la tarjeta gráfica.
Ordenadores para jugar pre-ensamblados
Aunque muchos jugadores fanáticos construyen sus propios PCs para jugar, otros optan por adquirir PCs para jugar pre-ensamblados. Estos PCs pre-ensamblados pueden ser a menudo más costosos que construir uno propio, con un sobrecoste ligado a los diversos niveles de servicio al cliente que ofrecen las marcas de gama alta. Algunos fabricantes ofrecen diferentes grados de personalización, algunos casi tan elevados como construir el PC uno mismo, y también en portátiles para gaming.
Antes de afrontar la construcción de su propia computadora, debe tenerse en cuenta que presenta varios inconvenientes, ya que ensamblar una computadora significa ser personalmente responsable de cualquier problema que pueda surgir, tanto durante la fase de montaje como después durante su uso. En lugar de disponer de una sola línea de soporte técnico para cubrir todo el sistema, a menudo el usuario tendrá que lidiar con el soporte técnico de cada componente individual.
Debido a las grandes diferencias en el servicio de atención al cliente (SAT) que ofrecen los fabricantes de componentes, tratar de obtener soporte técnico puede ser una tarea desalentadora. Aquellos que eligen construir su propio PC a menudo buscan la ayuda de una comunidad o foro online en ausencia de una línea de ayuda al consumidor. Las carencias en el soporte al cliente es una de las principales razones por las que incluso los entusiastas más extremos de los juegos pueden recurrir a un fabricante para adquirir su PC para jugar personalizado.
Por otra parte, hay muchos aspectos positivos para quien decide construir su propio sistema, como no estar atado a configuraciones específicas. También los precios de los componentes individuales a menudo son mejores, y por lo tanto se puede ahorrar bastante dinero en comparación con un sistema pre-ensamblado.
Respecto a la garantía, el precio de cada componente individual adquirido al construir un PC incluye la garantía. En un PC pre-ensamblado la garantía cubrirá todo el sistema, aunque en ocasiones puede costar una cuota adicional.