Un ordenador portátil para videojuegos (en inglés “gaming laptop”), también llamado portátil para jugar o portátil gaming, es un ordenador portátil concebido específicamente para jugar a videojuegos, por lo que lleva el hardware más potente y está configurado para obtener el máximo rendimiento. Actualmente muchos gamers prefieren tener un portátil para jugar que un sobremesa, principalmente ser la movilidad, ya que permiten trasladar el ordenador con mucha facilidad.
Características de los ordenadores portátiles para videojuegos
Las computadoras portátiles para jugar son el equivalente móvil de los equipos de sobremesa para jugar y suelen ser más caras que las computadoras de escritorio. Básicamente, los ordenadores portátiles para videojuegos son ordenadores portátiles (en inglés “laptop”) diseñados para ejecutar videojuegos, por lo que ofrecen prestaciones equiparables a los ordenadores de sobremesa para jugar.
Un portátil para jugar difiere bastante de un portátil convencional, ya que cuentan con componentes específicos orientados a obtener el máximo rendimiento del procesador y la tarjeta gráfica, tales como procesadores de última generación y sistemas de refrigeración más potentes y eficaces, así como una calidad general de construcción de máximo nivel para soportar largas sesiones de juego. Suelen disponer de una pantalla con factor de forma grande (desde 15.6 hasta 17 pulgadas o más). Por lo general, su diseño es siempre llamativo y futurista.
Actualmente, la mayoría de las computadoras portátiles para jugar cuentan con tarjetas gráficas de gama alta, con capacidades equivalentes a las tarjetas gráficas de los ordenadores de escritorio. Aunque se trata de versiones de alta eficiencia, las tarjetas gráficas de los portátiles para jugar consumen una cantidad significativa de la batería y requieren sistemas de refrigeración avanzados. Por ello, la autonomía de los portátiles para jugar es bastante reducida a pleno rendimiento, muy inferior a otro tipo de portátiles.
Debido al tamaño relativamente pequeño en el que tiene que encajar el hardware en los portátiles para jugar, la refrigeración de los componentes que generan más calor es un problema importante que afecta al rendimiento, factor que por otra parte ocurre en todos los ordenadores portátiles.
En ocasiones, se utiliza en los portátiles para videojuegos el mismo hardware que en los equipos de escritorio para obtener un mayor rendimiento, pero se sacrifica potencia disminuyendo la frecuencia de reloj de los chips gráficos para reducir el calor generado y aumentar la autonomía, pero esta práctica afecta notablemente a las prestaciones y reduce la relación calidad-precio.
En comparación con los ordenadores de sobremesa para jugar, los modernos ordenadores portátiles para jugar pueden lograr un desempeño muy respetable, pero nunca alcanzan el rendimiento que ofrecen los ordenadores de sobremesa. Además, la mayoría de computadoras portátiles para jugar no cuentan con tarjetas gráficas actualizables.
Dado que los portátiles para videojuegos suelen ofrecer prestaciones similares a los ordenadores de sobremesa para videojuegos, suelen ser caros y exclusivos. Por lo general, el precio de estos equipos suele ser muy superior que el de los portátiles para uso general, y también mucho más elevado que un equipo de sobremesa de potencia similar.
Sin embargo, a la hora de adquirir un portátil para jugar no debemos olvidar que lo más caro no tiene porque ser lo mejor, y que en la mayoría de los casos superar la barrera de precios de gama media-alta al seleccionar los componentes no compensa. Los componentes de última generación o las versiones específicas normalmente incrementan mucho el precio del equipo y no compensan en relación calidad-precio, por lo que es mejor evitarlos, y sólo debemos tenerlos en cuenta cuando no aumenten el precio de forma absurda.
Una nueva táctica de marketing en la industria de los portátiles para jugar es desarrollar equipos de factor de forma más pequeño, que sean más baratos y más fáciles de transportar que un sistema de mayor tamaño.