Una tarjeta gráfica, también llamada tarjeta de vídeo, es una tarjeta de expansión o un circuito integrado que procesa los datos procedentes de la CPU y proporciona imágenes de salida a una pantalla como un monitor, un televisor o un proyector. La tarjeta gráfica puede ser integrada, cuando se trata de un chip integrado en la placa base, o dedicada, cuando es una tarjeta de expansión separada. Casi todas las placas base con gráficos integrados permiten desactivar el chip gráfico integrado y agregar una tarjeta gráfica externa.
Características de las tarjetas gráficas
La tarjeta gráfica controla las salidas de vídeo de un ordenador, todas las salidas a pantalla son gestionadas por esta tarjeta. La tarjeta gráfica determina la calidad de los gráficos que muestra un ordenador, dependiendo de la tarjeta gráfica un computador puede reproducir vídeo o imágenes en HD y hasta en 3D.
Un ordenador puede tener una tarjeta gráfica externa conectable que se instala como un hardware extra o puede tener un chip gráfico integrado, que viene incorporado en la placa base (“onboard”). Por lo general un ordenador viene equipado con una tarjeta gráfica integrada en la placa base, sin embargo no suele ser una tarjeta gráfica muy potente, por lo que en algunos casos se hace necesaria la instalación de una tarjeta externa.
Las tarjetas gráficas externas se venden en el mercado como dispositivos de ampliación y se conectan a la placa base mediante diferentes interfaces de conexión como ISA, VLB, PCI, AGP o mediante PCI-Express. Algunas tarjetas gráficas de alto rendimiento para juegos de ordenador requieren dos ranuras de ampliación, e incluso pueden exigir fuentes de alimentación especiales por su elevado consumo.
El chip gráfico es la pieza principal de una tarjeta gráfica, también conocido como procesador gráfico y GPU (unidad de procesamiento gráfico) es el encargado de administrar los procesos llevados a cabo por la tarjeta gráfica. Este chip gráfico puede venir incorporado a la placa base o ser parte de la tarjeta gráfica. El chip gráfico procesa y controla la salida a pantalla en ordenadores y videoconsolas. Se encarga del complejo cálculo de los gráficos en 2D y 3D, descargando de esta tarea al procesador principal (CPU) del ordenador.
Respecto a la memoria de gráficos, las GPU externas disponen de una memoria donde se guardan los datos procesados (frame buffer), mientras que en las tarjetas integradas se utiliza como memoria de gráficos la memoria principal del sistema (memoria compartida), lo que reduce la velocidad del ordenador. Debido a su alto rendimiento, es usual que el procesador y la memoria de gráficos de las tarjetas externas estén refrigerados, como los procesadores principales de los ordenadores.
Existen tarjetas provistas con más de una GPU, es decir, con varios conjuntos de chips gráficos, que son usadas cuando se requiere de una alta resolución de vídeo y un gran desempeño del ordenador en ese aspecto, como cuando se usa para videojuegos.
Cuanta mayor potencia ofrezcan la tarjeta y el procesador gráfico, mejor será la presentación de gráficos del ordenador y mayor su velocidad total. Los modernos juegos de ordenador requieren una tarjeta gráfica potente, con los conjuntos de chips correspondientes, para evitar interrupciones o saltos en las imágenes del juego, con el fin de tener una reproducción fluida de los gráficos.
Respecto al software, la tarjeta gráfica no trabaja por sí sola, requiere de software compatible, por lo que además de una serie de controladores propios de la tarjeta, el ordenador debe estar equipado con software como OpenGL o DirectX.
En cuanto a la salida de la tarjeta gráfica, dependiendo del modelo una tarjeta gráfica puede ofrecer varias conexiones, generalmente trae conexiones VGA y DVI, pero también puede traer salidas HDMI o conexiones para TV y vídeo. En la actualidad en las tarjetas gráficas es común el puerto HDMI.