Un coche eléctrico híbrido flex es un coche eléctrico híbrido que dispone de un motor de combustión interna de tecnología flex, por lo que puede funcionar con una mezcla de dos combustibles mezclados en el mismo depósito, como gasolina, etanol, metanol o diésel. Los coches híbridos eléctricos flex que pueden enchufarse a la red eléctrica para recargar sus baterías se denominan coches híbridos eléctricos flex enchufables.
Características de los coches eléctricos híbridos flex
Los vehículos de combustible flexible o vehículos flex, son vehículos con motor de combustión que pueden funcionar utilizando dos combustibles mezclados en el mismo depósito de combustible.
Así pues, los coches eléctricos híbridos flex son híbridos cuyo motor de combustión puede funcionar con una mezcla de dos combustibles, mezclados en el mismo depósito. Por lo general utilizan gasolina con bioetanol, o bien gasoil con biodiésel, en cualquier proporción de mezcla.
Los coches híbridos eléctricos flex que pueden enchufarse a la red eléctrica para cargarlos se denominan coches híbridos eléctricos flex enchufables.
Los vehículos híbridos flex y híbridos flex enchufables son vehículos híbridos dotados con motor de combustión interna de tecnología flex capaz de operar con una mezcla de combustibles, para ayudar a impulsar el vehículo en combinación con el motor eléctrico o para recargar las baterías que alimentan el motor eléctrico.
Una de las principales ventajas de los coches eléctricos híbridos flex es que son capaces de adaptarse a los combustibles utilizados en los diferentes mercados mundiales, lo que puede suponer una ventaja en términos de costes de fabricación.
Los coches eléctricos híbridos flex aúnan las ventajas de los coches eléctricos híbridos y de los vehículos de combustible flexible, permitiendo combinar los coches eléctrios con la tecnología flex-fuel que reduce el consumo de combustibles fósiles en favor de energías renovables como los biocombustibles.
Los vehículos híbridos convencionales permiten reducir la contaminación atmosférica y las emisiones de gases de efecto invernadero, pero siguen utilizando combustibles fósiles, aunque en menor cantidad. Los coches eléctricos híbridos flex reducen todavía más el uso de combustibles derivados del petróleo, al permitir el uso sin restricciones de biocombustibles, por lo general basados en el bioetanol o el biodiésel, ya que el uso de estos biocombustibles ciertamente reduce las emisiones de carbono.
Actualmente el sistema flex-fuel está siendo adoptado en diversos vehículos eléctricos híbridos, lo que incrementa aún la capacidad de reducir emisiones de CO2 y otros gases que contaminan el aire, por lo que el uso de combustibles alternativos que pueden ayudar a reducir la contaminación en los vehículos particulares es ya una realidad.
La industria automotriz está invirtiendo en tecnología menos dañina para el medio ambiente en respuesta a las presiones de los consumidores preocupados por el medio ambiente y de organismos internacionales que quieren reducir drásticamente la contaminación generada por los automóviles, pero de tal modo que se garanticen a la vez las necesidades de transportar de las personas.