Un autobús eléctrico híbrido es un tipo de autobús eléctrico que se impulsa mediante una combinación de motores de combustión interna y propulsión eléctrica. Los autobuses eléctricos híbridos conllevan una notable reducción en el consumo de combustibles derivados del petróelo, al tiempo que se disminuyen las emisiones contaminantes, por lo que contribuyen a reducir la contaminación ambiental asociada al transporte público.
Características de los autobuses eléctricos híbridos
Los actuales retos de movilidad de las grandes ciudades implican aumentar la oferta de transporte público a la vez que se reduce el impacto medioambiental asociado, todo ello sin incrementar los costes de operación, requerir más personal ni reducir las frecuencias ni la capacidad de transporte.
Los autobuses eléctricos híbridos combinan un motor de combustión interna con un motor eléctrico, por lo que ofrecen nuevas opciones para los vehículos de transporte público, posibilitando ahorro energético y ciudades más limpias. Este tipo de autobuses por lo general utilizan un sistema de propulsión diésel-eléctrico, por lo que también se conocen como autobuses híbridos eléctrico-diésel.
Los autobuses eléctrico-híbridos contribuyen a un desarrollo energético más sostenible, ya que consumen menos, emiten menos gases contaminantes y su contaminación acústica se elimina casi por completo cuando van con el motor eléctrico.
Los autobuses eléctricos híbridos pueden adoptar cualquiera de las arquitecturas básicas del sistema de propulsión de los híbridos eléctricos:
- En paralelo: el motor térmico es la principal fuente de propulsión y el motor eléctrico actúa aportando más potencia al sistema cuando es necesario.
- En serie: se impulsan únicamente mediante el motor eléctrico, que obtiene la energía de un generador alimentado por el motor de combustión.
- Combinado o serie-paralelo: a baja velocidad el motor eléctrico funciona en solitario, mientras que a alta velocidad ambos motores trabajan a la vez.
Los autobuses eléctrico-híbridos permiten una reducción de consumo en torno al 30% y las emisiones de CO2 hasta un 75%, en relación a los modelos diésel convencionales. Este tipo de autobuses ofrece una gran flexibilidad en operación, pues pueden circular en modo eléctrico en ciertos tramos y actuar como un híbrido convencional en el resto del trayecto. Sin duda, estos vehículos eléctricos pueden cambiar la planificación de las ciudades, contribuyendo a un mejor entorno urbano y un transporte público sostenible.
Una alternativa para disponer de un autobús eléctrico híbrido es electrificar un autobús convencional mediante su conversión a eléctrico, transformación que en muchos casos cuenta con subvenciones o incentivos por parte de las autoridades.
A diferencia de los autobuses tradicionales impulsados por gasolina, los autobuses eléctricos híbridos se impulsan por electricidad, de tal manera que reducen las emisiones de gases causantes del efecto invernaderos y el consumo de combustible, por lo que son cada vez más utilizados en todo el mundo. Al tratarse de autobuses más respetuosos con el medio ambiente, los autobuses eléctricos híbridos suelen contar con subvenciones o incentivos por parte de las autoridades, que pretenden así promocionar la implantación de tecnología limpias.