Cómo llevar niños en el autobús

A la hora de viajar en autobús con un niño o bebé, resulta peligroso llevarlo sobre las piernas. La opción más segura son los autobuses que disponen de sillas de coche o asientos de seguridad fijos de grupo 0, 0+ y 1, ubicados en un asiento especial. Algunos autobuses cuentan con una zona para carritos de bebé y sillas de ruedas, dotada de las correspondientes fijaciones de seguridad.

Como llevar niños en el autobus

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Cómo llevar niños en el autobús de forma segura

Según las estadísticas de accidentes de transporte, se registran muchos más accidentes de automóviles que de autobuses y minibuses, por lo que resulta más seguro viajar de ese modo. Sin embargo, al viajar en autobús deben tomarse algunas precauciones, sobre todo al viajar con niños.

Los autobuses públicos no suelen tener cinturones de seguridad, ni un lugar apropiado para poner las sillas de seguridad para bebés, ya que usualmente están diseñados para transportar pasajeros de pie.

Sin embargo, cada vez son más las compañías de transporte que incluyen en sus autobuses sillas fijas portabebés y asientos de seguridad infantiles con cinturón de seguridad, generalmente de grupo 0, 0+ y 1, aptas para niños que pesen hasta 18 kilos, lo que incrementa en gran medida la seguridad de los más pequeños.

La opción más segura para un bebé son los autobuses que disponen de sillas fijas portabebés (de grupo 0, 0+ y 1) en sentido contrario a la marcha, ubicadas en un asiento especial junto al espacio donde se debe colocar el carrito, generalmente plegado.

Dónde sentarse

Algunos autobuses cuentan con una zona para sillas de ruedas y cochecitos de niños, una plataforma central específica para carritos de bebé y sillas de ruedas, con una puerta adaptada con rampa y sin escalones. Por ello, se recomienda verificar si la línea de autobuses en la que se va a viajar ofrece facilidades para transportar carritos de bebé, con espacios designados para sillas de ruedas y cochecitos.

En algunos casos están también adaptados los accesos, estaciones, andenes y arcenes con rampas y accesos especiales en las paradas para facilitar el ascenso y descenso a las personas mayores, sillas de ruedas y cochecitos de niños.

Si no podemos desplegar la sillita, debemos asegurarnos de que nuestro hijo permanece sentado durante todo el trayecto, prestando especial atención al subir y bajar del autobús.

En el caso de los niños mayores, que ya caminan, es necesario cerciorarse de que ni el calzado, ni la ropa, maletas o mochilas tengan cintas, correas o cualquier otro objeto con el que los pequeños puedan engancharse o caer, sobre todo al subir y bajar.

Al subir, debe hacerlo primero el niño y después el adulto. Pero al bajar es a la inversa, primero el adulto y verificar que no haya riesgos para que el niño descienda. Este es un momento de gran riesgo, sobre todo cuando no se trata del andén de una terminal de autobuses. Aunque ningún vehículo debe pasar a otro por el lado derecho, eso no es ninguna garantía, ya que siempre hay infractores, por lo que se debe enseñar a los niños a fijarse al momento de bajar.

Subir o bajar del autobús

No debemos subir o bajar del autobús hasta que se haya detenido por completo, y debemos ocupar un asiento en cuanto sea posible, ya que el conductor puede comenzar a moverse antes de que nos hayamos sentado.

Para bajar, trataremos de no ponernos de pie hasta que el autobús se haya detenido por completo, y no debemos bajar del mismo hasta no asegurarnos de que el autobús se ha parado completamente. También debemos verificar que ninguna parte de la ropa del niño se haya enganchado en las puertas del vehículo. Para evitar que el niño pueda tropezar delante del autobús, en la calle lo llevaremos de la mano.

Dentro del autobús

No se debe permitir a los niños deambular por el autobús, sino que deben permanecer sentados durante todo el trayecto y con el cinturón de seguridad abrochado, en caso de que se cuente con él. Preferentemente, los niños deben sentarse en el lado de la ventanilla y los adultos que los acompañen en el lado del pasillo.

Es importante verificar que no hay maletas ni equipajes que obstruyan los pasillos o las salidas, así como que no haya bultos u objetos sueltos que en caso de alguna colisión puedan caer, desplazarse o incluso salir volando y golpear a los pasajeros. En general, en caso de accidente cualquier objeto suelto saldrá disparado hacia delante y puede provocar graves lesiones a los viajeros, especialmente a los niños.

En caso de niños propensos a marearse, es recomendable que no ingieran alimentos demasiado grasos, ni tampoco lácteos o irritantes que dificulten la digestión y puedan facilitar el vómito.