Vehículos de biodiésel

Un vehículo de biodiésel (en inglés "biodiesel vehicle") es un vehículo de combustible flexible que utiliza como combustible una mezcla de gasoil y biodiésel, en diferentes proporciones. El biodiésel es un combustible líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales, y se utiliza en automóviles como combustible alternativo a los derivados del petróleo, a los que puede sustituir total o parcialmente.

Vehiculos de biodiesel

Características de los vehículos de biodiésel

Los vehículos de biodiésel son vehículos flex o vehículos de combustible flexible que utilizan como combustible una mezcla de gasoil y biodiésel, en diferentes proporciones.

El biodiésel es un combustible líquido que se obtiene a partir de lípidos naturales como aceites vegetales o grasas animales. Se denomina biodiésel porque es declarado como un remplazo directo del gasoil, ya que puede ser usado directamente en un motor diésel.

Existen diversas fuentes que sirven como materias primas de las cuales se puede extraer aceite para utilizarse en el proceso de producción de biodiésel, como colza, soja, lino, girasol, palma, coco, aceites usados, algas o grasa animal.

El biodiésel puede mezclarse con gasóleo procedente del refino del petróleo en diferentes cantidades, por lo que puede sustituir total o parcialmente el gasóleo obtenido del petróleo.

Para identificar las mezclas de biodiésel y gasoil se utiliza una notación abreviada que indica el porcentaje en volumen de biodiésel en la mezcla, de tal manera que la numeración indica el porcentaje por volumen de biodiésel en la mezcla. De esta manera, las mezclas B5, B15, B30, B50 y B100 corresponden a contenidos de biodiésel del 5%, 15%, 30%, 50% y 100%, respectivamente.

El uso de biodiésel en automóviles como combustible alternativo a los derivados del petróleo, se ha impulsado en el contexto de búsqueda de nuevas fuentes de energía renovables que reduzcan la emisión de gases de efecto invernadero, minimizen el impacto ambiental y disminuyan la dependencia energética.

Las mezclas con hasta el 20% de biodiésel (B20) se pueden utilizar por lo general en motores diésel sin modificar. El uso de biodiésel con alto contenido de biodiésel generalmente requiere modificaciones en el motor para evitar problemas de mantenimiento y rendimiento, ya que el biodiésel descompone el caucho natural, por lo que es necesario sustituir éste por elastómeros sintéticos.

El biodiésel presenta ventajas medioambientales, ya que disminuye de forma notable las emisiones de monóxido de carbono, hidrocarburos volátiles y CO2 producidas por los combustibles derivados del petróleo, constituyendo así un elemento importante para disminuir los gases invernadero producidos por el transporte.

Desde el punto de vista operativo, el biodiésel presenta diversos inconvenientes, ya que debido a su capacidad disolvente, los residuos de combustible existentes se disuelven, pudiendo atascar los filtros. El biodiésel también degrada las juntas y las mangueras de caucho natural de los vehículos, por lo que deben ser reemplazadas por materiales no reactivos al biodiésel. Además, es un producto degradable con un tiempo de vida corto (meses), que se degrada notoriamente más rápido que el petrodiésel, lo que supone problemas en el área de la logística de almacenamiento y distribución.

En muchos países han surgido normativas que obligan a los proveedores a mezclar biodiésel hasta un nivel determinado, por lo general en cantidades que van del 2 al 5%.

El biodiésel también puede ser usado como combustible de calefacción en calderas domésticas y comerciales, siendo la mezcla de 20% de biodiésel (B20) la recomendada para no tener que modificar nada. Así mismo, es utilizado también como aditivo para motores de gasolina para la limpieza interna y como alternativa al aceite en motores de dos tiempos, siendo el porcentaje más utilizado 10/1.