Edificios souvenir

Un edificio souvenir es un modelo tridimensional en miniatura de una construcción arquitectónica real, como puede ser un edificio, estructura, monumento, estatua, plaza o puente, construido en metal, plástico, resina u otro material. Aunque originalmente el objetivo de los edificios souvenir era servir de recuerdo a los viajeros de sus viajes y travesías, actualmente son objetos de colección.

Edificios souvenir

Qué son los edificios souvenir

Un edificio souvenir es un modelo tridimensional a escala reducida de una construcción arquitectónica real, como puede ser un edificio, estructura, monumento, estatua, plaza o puente.

Los edificios souvenir generalmente representan en miniatura lugares emblemáticos o muy conocidos de una ciudad o lugar, como la Torre Eiffel de París, el Empire State Building o la Estatua de la Libertad de Nueva York, la Sagrada Familia de Barcelona o el Big Ben de Londres, y se construyen en diversos materiales, como metal, plástico, resina, bronce, mármol, alabastro u otros materiales.

El fenómeno de las réplicas de edificios como recuerdos de viaje comenzó en la primera parte del siglo XIX, con el auge del turismo como pasatiempo, cuando se hicieron detalladas piezas en mármol de antiguos monumentos romanos y catedrales francesas de estilo gótico. En la actualidad la mayoría no son tan elaborados, pero siguen siendo objetos de gran interés.

En principio, el objetivo de los edificios souvenir es servir al turista de recuerdo de la visita a un lugar, de tal manera que el viajero recordará esa vivencia cada vez que contemple el recuerdo.

Los edificios souvenir rara vez estimulan en la memoria un recuerdo estrictamente arquitectónico, sino que más bien traen el recuerdo de compañeros de viaje, gente en el camino o un lugar físico determinado.

Los souvenir son objetos que los viajeros compran en los lugares turísticos como recuerdo de sus viajes para llevarlos al hogar o como regalo para sus seres queridos, compañeros de trabajo o familiares que no hicieron el viaje.

La comercialización de souvenirs supone un gran negocio en los sitios turísticos. También se venden en muchas estaciones de tren y aeropuertos, de tal modo que los viajeros puedan comprar un souvenir de última hora antes de volver a casa.

Además de servir como recuerdo, los edificios souvenir son también objetos de colección, y muchos aficionados se convierten en coleccionistas de réplicas de edificios, monumentos y estructuras hechos por el hombre. Dado que el coleccionista siempre valora la rareza del objeto de colección, no sólo se buscan edificios souvenir de lugares famosos, sino también de edificios poco conocidos.

En algunos casos, la miniatura no cumple la función de traer a la mente el recuerdo de un viaje, sino al revés, ya que no son pocos los coleccionistas a los que los edificios souvenir que integran sus colecciones animan a conocerlos en sus versiones reales, motivando viajes para verlos en persona.