Para poder conectar un ordenador a una red, es preciso asignar a dicho ordenador una dirección IP única, que en el caso de Internet ha de ser única incluso a escala mundial. El protocolo DHCP (Dynamic Host Configuration Protocol) asigna automáticamente a cada equipo cliente la dirección IP, por lo que le permite conectarse automáticamente, ya que el servidor DHCP suministra todos los parámetros de red. La principal ventaja de DHCP es que evita mucho trabajo, que sería necesario si la configuración de la red tuviera que realizarse manualmente.
Qué es DHCP
DHCP (Dynamic Host Configuration Protocol, Protocolo de configuración dinámica de host) es un protocolo que permite al usuario conectarse automáticamente a una red. Gracias al DHCP el usuario puede obtener los parámetros de configuración de red, tales como direcciones IP para interfaces y otros servicios, automáticamente sin tener que realizar largos procesos de configuración manual en el ordenador o dispositivo que desea conectarse a la red.
Para que un ordenador pueda conectarse a una red, es preciso asignar a dicho ordenador una dirección IP única, que en el caso de Internet, tal dirección IP ha de ser única incluso a escala mundial. El protocolo DHCP asigna automáticamente a cada equipo cliente la configuración de red, ahorrándose así el usuario todo el trabajo de configuración.
El sistema DHCP es controlado por un servidor DHCP que distribuye dinámicamente los parámetros de configuración de red, lo que reduce la necesidad de que un administrador de red o un usuario configure estos parámetros manualmente. Se puede habilitar una computadora o un router para que actúe como un servidor DHCP. En ausencia de un servidor DHCP, cada computadora u otro dispositivo de la red necesita ser asignado estáticamente (es decir, manualmente) a una dirección IP.
En cuanto a su funcionalidad, el protocolo DHCP es una gran solución para grandes redes donde las configuraciones suelen ser bastante variables, o donde los dispositivos están en constante movimiento y cambian con frecuencia o son utilizados en diferentes emplazamientos, como ocurre cuando se conectan portátiles u otros dispositivos móviles. Los ajustes manuales en estos casos, toman demasiado tiempo. Con DHCP los usuarios se pueden ahorrar todo ese trabajo de configuración manual, únicamente es necesario que el administrador de red especifique las opciones en una sola oportunidad. Del mismo modo, DHCP es también muy útil para usuarios domésticos, quienes no suelen tener los conocimientos necesarios para realizar configuraciones complicadas.
Con DHCP son varios los parámetros que se establecen automáticamente, tales como dirección IP, máscara de red, gateway predeterminado, servidor de nombres, configuración de proxy vía WPAD (Web Proxy Autodiscovery Protocol), servidor NTP (Network Time Protocol) o servidor DNS (Domain Name System), entre otros.
Respecto a las ventajas del protocolo DHCP, la principal ventaja está muy bien definida y es la facilidad que ofrece para integrar automáticamente un ordenador en una red ya existente, haciendo esta labor mucho mas rápida y sencilla. Basta con que el equipo cliente esté configurado para aceptar direcciones IP automáticamente, de tal modo que durante el inicio del sistema, el servidor DHCP proporcionará al cliente los parámetros de red necesarios, tales como la dirección IP, la máscara de red, el gateway o el servidor DNS.
Por lo que se refiere a las desventajas del protocolo DHCP, la conexión de un router a una red puede activar de forma inadvertida un servidor DHCP y provocar una caída de la red si los equipos clientes reciben configuraciones de red del dispositivo incorrecto. Además, DHCP puede ser susceptible a la intervención de terceros, ya que los equipos clientes reaccionan a cualquier servidor DHCP y esto puede ser aprovechado por un atacante para simular ser el único servidor DHCP existente y desviar la comunicación saliente del equipo cliente a un servidor DNS manipulado.
Dependiendo de la implementación, el servidor DHCP puede tener tres métodos de asignación de direcciones IP:
- Asignación dinámica: El administrador de red reserva una gama de direcciones IP para DHCP y cada cliente DHCP está configurado para solicitar una dirección IP al servidor DHCP durante la inicialización de la red. El proceso de solicitud y concesión de IPs es válido durante un período de tiempo controlable, lo que permite al servidor DHCP recuperar (y reasignar) las direcciones IP que no se renuevan.
- Asignación automática: El servidor DHCP asigna permanentemente una dirección IP a un cliente solicitante del intervalo definido por el administrador. Es similar a la asignación dinámica, pero el servidor DHCP mantiene una tabla con las asignaciones anteriores de direcciones IP, de modo que puede asignar a un cliente la misma dirección IP que tenía anteriormente.
- Asignación manual o estática: El servidor DHCP emite una dirección IP en función de la dirección MAC de cada cliente, basada en una asignación predefinida por el administrador. Si no se encuentra ninguna coincidencia para la dirección MAC del cliente, el servidor puede o no recurrir a asignación dinámica o automática.