Ruido en la imagen digital

En la fotografía digital, se denomina ruido de la imagen al deterioro que una imagen digital sufre como resultado de una reproducción alterada del color o la luminosidad, así como debido al proceso de compresión o porque la tarjeta de memoria, el software de edición de imágenes o la cámara procesan la imagen deficientemente, provocando pixels alterados.

Ruido en la imagen digital

Qué es el ruido en la imagen digital

Se define el ruido en la imagen como defectos de tonalidad y luminosidad que se hacen presentes en la imagen, de tal manera que supone un deterioro marcado por alteraciones de los píxeles, que se encuentran alterados y producen un feo efecto llovizna en la imagen.

En algunos casos, los expertos en fotografía utilizan este ruido adrede en sus sombras con alguna finalidad semántica específica.

Muchas veces los ruidos de imagen pueden tener su origen en una gran cantidad de megapíxeles que deben expresarse en una superficie pequeña, como la que poseen las cámaras compactas. De esta forma los píxeles se solapan y, conjuntamente con la escasez de luz, provocan diversos ruidos en la imagen y unos valores ISO más altos.

Cuando los sensores de imagen son más grandes, el ruido de las mismas disminuirá considerablemente. Por lo dicho, las cámaras digitales de mayor calidad, a diferencia de las compactas, cuentan con un sensor de imagen superior, o bien están dotadas de un dispositivo automático de supresión de ruido.

En muchas ocasiones, los ruidos o perturbaciones de imagen más acusados, se generan por los denominados artefactos, resultantes del proceso de compresión. El mal funcionamiento de la tarjeta gráfica, el software de edición de imágenes o los defectos en algunos mecanismos de la propia cámara, también son causantes de importantes ruidos de imagen.

Generalmente los artefactos más típicos consisten en puntos borrosos en las imágenes, ya no sólo estáticas y almacenadas en cámaras fotográficas, sino también en imágenes en movimiento y secuenciales como las de videograbadoras o televisivas.

Si incurrimos en una definición más exacta y técnica, diremos que los ruidos en las imágenes son alteraciones aleatorias, es decir, que no se corresponden con los rasgos de la imagen real, por lo que afectan en gran medida la nitidez y calidad del producto final.