Las piscinas hinchables son piscinas desmontables de tamaño reducido y poco volumen, que carecen de estructura rígida. Se instalan rápidamente ya que sólo hay que inflar la piscina y llenarla. Son piscinas autoportantes, puesto que la presión del agua hace subir las paredes, siendo un sistema muy estable. Las piscinas hinchables por lo general son las piscinas desmontables más baratas y están orientadas al público infantil.
Características de las piscinas hinchables
Las piscinas hinchables, también llamadas piscinas inflables, son piscinas elevadas desmontables de fácil instalación y mantenimiento, por lo que representan una solución ideal para poder disfrutar de una piscina con toda la família.
Las piscinas hinchables son piscinas baratas, de poco volumen y tamaño, orientadas al público infantil. Puesto que son piscinas autoportantes, se instalan rápidamente ya que carecen de estructura rígida, únicamente hay que inflar la piscina y llenarla, la presión del agua hace subir las paredes, siendo un sistema perfectamente estable.
Estas piscinas son las más económicas y las más fáciles de montar, aunque no son las más resistentes, pero eso no significa que se vayan a estropear al primer chapuzón, al contrario, su vida útil se estima en varias temporadas.
A la hora de adquirir una piscina hinchable, se debe pensar tanto en el espacio disponible para la piscina como en el uso previsto, es decir, quién va a usar la piscina. Por lo general están orientadas al público infantil, por lo que son las más seguras para los niños, siempre y cuando tengamos en cuenta al elegir el modelo la edad y la altura de los usuarios.
Respecto al diseño, no hay demasiada variedad y la gran mayoría son redondas y azules, aunque existen también modelos con forma cuadrada, rectangular o incluso en forma de riñón en el caso de tamaños más grandes, así como decoradas con dibujos animados para los más pequeños.
Cómo montar una piscinaa hinchable
Las piscinas desmontables hinchables suelen estar a la venta en centros de bricolaje y de jardinería, y su montaje es bastante sencillo:
- En primer lugar tenemos que elegir un suelo firme, bien nivelado y homogéneo, sin raíces ni objetos punzantes, dejando alrededor de la piscina aproximadamente medio metro libre.
- Sobre la zona elegida colocamos el tapiz de suelo para proteger el liner de la piscina de cualquier tipo de objeto, extendemos la piscina sobre el tapiz y procedemos al inflado del anillo superior de la piscina hinchable. Los modelos de mayor tamaño suelen contar además con otros aros hinchables laterales que refuerzan la estructura.
- Si la piscina tiene depuradora la conectaremos ahora, prestando atención a las conexiones.
- Por último, después de hinchar el anillo superior sólo falta llenar de agua el vaso con la manguera, de tal modo que el saco de liner que conforma la piscina irá subiendo gracias al anillo superior hasta adoptar su forma definitiva. En ese punto la piscina está lista para bañarse.
Al igual que cualquier otra piscina, las piscinas hinchables precisan un adecuado mantenimiento y limpieza del agua de la piscina, del vaso y de los accesorios externos. Salvo en las piscinas muy pequeñas, de menos de 1.500 litros, se recomienda el uso de depuradora.
En las piscinas desmontables hinchables también es recomendable utilizar un cobertor del tamaño de la piscina, ya que reduce la evaporación del agua, minimiza la suciedad que pueda caer en la piscina y mantiene el calor del agua.
Las características que llevan a las piscinas hinchables a ser elegidas por muchos usuarios son principalmente su bajo costo, alta resistencia, poco volumen y tamaño, fácil transporte, colores y formas atractivas para los más pequeños, y fácil instalación y mantenimiento. Por todo ello las piscinas hinchables son una opción a considerar a la hora de adquirir una piscina.