Las cubiertas de superficie para piscinas son cubiertas flotantes, por lo general enrrollables, que cubren la piscina con distintos objetivos, como ayudar a mantener la temperatura del agua, evitar la caída de personas o mascotas en el vaso, realizar un correcto invernaje o proteger contra la suciedad, hojas o insectos. El uso de cubiertas de superficie ofrece múltiples ventajas y están disponibles para todo tipo de piscinas.
Características de las cubiertas de superficie para piscinas
Las cubiertas de superficie para piscina, también llamadas cubiertas tipo toldo o cobertores, son cubiertas flotantes, por lo general enrrollables, que cubren la piscina. Para que la cubierta cumpla correctamente su cometido es importante que sea de la medida apropiada.
Las cubiertas de superficie pueden ser de accionamiento manual o automático, y se fabrican en distintos materiales según su objetivo, como lona, PVC, plástico de burbujas o persiana de lamas de policarbonato o madera. Están disponibles para todo tipo de piscinas, ya sean ovaladas, redondas o rectangulares, en todas las medidas.
El uso de cubiertas tipo toldo ofrece múltiples ventajas, entre ellas:
- Calientan y guardan el calor del agua.
- Permiten prolongar la temporada de baño entre 3 y 4 meses.
- Aumentan la seguridad.
- Ahorran costes de climatización y mantenimiento.
- Agregan valor a la casa.
- Reducen la evaporación con el consiguiente ahorro en los costes del agua.
- Protegen la piscina de la suciedad ambiental, hojas e insectos, ahorrando tiempo y dinero en el mantenimiento.
Existen diversos tipos específicos de cubiertas de superficie para distintas finalidades, como por ejemplo:
- Cubiertas térmicas solares: también llamadas mantas térmicas, son cubiertas isotérmicas para verano que ayudan a mantener la temperatura del agua. Aumentan el calor obtenido del sol absorbiendo la radiación de rayos infrarrojos, ya que la cubierta deja penetrar la luz del sol al interior de la piscina a través de una superficie transparente e impide la salida del calor al exterior. Los cobertores de verano no son aptos para el invernaje, ya que sólo sirven para mantener la temperatura del agua. Estas cubiertas solares se componen de dos láminas de polietileno, contando en su interior con burbujas de aire que aprovechan el efecto invernadero para calentar el agua, a la vez que proporcionan a la cubierta su sustentación hidráulica.
- Cubiertas de seguridad: evitan la caída de personas, niños pequeños o mascotas en el vaso, con el consiguiente riesgo de ahogamiento. Suelen fabricarse de lona de poliéster o PVC, con refuerzos para mayor rigidez. En algunos países es obligatorio que todas las piscinas dispongan de un dispositivo de seguridad homologado, ya sea una vallas perimetral de seguridad o una cubierta de seguridad homologada.
- Cubiertas de invierno: permiten realizar un correcto invernaje como complemento al producto químico, ayudando a mantener el agua de la piscina en buen estado hasta la próxima temporada de baño. Además, protegen el vaso de las inclemencias meteorológicas, como lluvias, heladas, granizo o las impurezas arrastradas por el viento. Las cubiertas opacas impiden que los rayos solares penetren en el agua en invierno, evitando la fotosíntesis, la descomposición del agua y la proliferación de microorganismos que disminuyen la calidad del agua.
Si se desea utilizar la cubierta de superficie como cubierta de seguridad, debe adquirirse un modelo específico, ya que algunas cubiertas dejan una pequeña abertura entre la piscina y la cubierta que permite introducirse y alcanzar el agua. Por ese motivo no sirven como cubiertas de seguridad, debiendo en ese caso la piscina disponer de vallas perimetrales de seguridad para evitar accidentes.
La cubierta de superficie más común es la cubierta térmica solar de polietileno con burbujas de aire, accionada mediante un enrrollador manual de manivela. Son cubiertas flexibles de verano, cuya función es convertir la energía solar en energía calorífica, de tal manera que el agua de una piscina al aire libre tapada con una cubierta solar incrementa su temperatura entre 6°C y 8°C respecto a una piscina sin cubierta o con cubierta normal.
Existen también cubiertas rígidas formadas por una persiana de lamas de policarbonato, madera o PVC, por lo general de accionamiento automático, que cuando la persiana está desplegada conforma una tapa a nivel del suelo transitable y totalmente rígida, por lo que permite utilizar la superficie de la piscina para cualquier actividad, como una zona habitable más del jardín. Cuando la cubierta de piscina se pliega, desaparece por un lateral bajo el mismo suelo sin dejar indicios de su existencia.
En los modelos de accionamiento automático, es importante que la cubierta esté equipada con sensores de infrarrojos que bloqueen la cubierta de la piscina en caso de que algún cuerpo extraño se interponga en su camino durante los procesos de apertura o cierre.