Tipos de camillas de masaje

La camilla de masaje es un instrumento esencial para el masajista, ya que la mayoría de los masajes requieren una camilla. Existen numerosos tipos de camillas de masaje, como camillas de masaje de altura regulable o fija, con o sin zonas reclinables, de madera o de aluminio, eléctricas, hidráulicas o plegables, así como sillas de masaje y tablas de inversión.

Tipos de camillas de masaje

Clases de camillas de masaje

La camilla de masaje es la herramienta principal del terapeuta y debe ser de materiales resistentes, higiénicos y fáciles de limpiar.

Así se trate de masajes terapéuticos o de bienestar, el paciente debe estar perfectamente cómodo según la posición requerida para cada tipo de masaje.

Las camillas de masaje pueden ser fijas o portátiles, y tener algunas partes ajustables como respaldo o altura total de la camilla. Algunas cuentan con perforación facial para reposar la cara cuando la terapia requiere que el paciente esté boca abajo.

Las medidas estándar de las camillas de masaje son 75 cm de altura, entre 60 y 70 cm de ancho y entre 1,70 y 1,90 m de largo. Existen diversos tipos:

  • Fijas: son camillas de masaje concebidas para permanecer ubicadas en un lugar fijo, a diferencia de las camillas portátiles. Son ideales para la sala de consulta o estética por su solidez, durabilidad y comodidad.
  • Eléctricas: estas camillas de masaje cuentan con motor eléctrico para ajustar la elevación. Las camillas de dos piezas permiten el ajuste motorizado de la altura y el respaldo. Las camillas tipo spa, cuentan con hasta tres motores para ajuste de altura, respaldo y pies.
  • Hidráulicas: este tipo de camillas de masaje tienen un sistema hidráulico para regular la altura.
  • Plegable: en la actualidad se fabrican camillas de masaje plegables para cuando el terapeuta se tiene que trasladar. Las hay de peso ligero y medio, y fabricadas en aluminio, madera o plástico. Existe una gran variedad de modelos, siendo las de peso medio las que ofrecen más estabilidad y firmeza.
  • Sillas de masaje: no todas las terapias requieren de una camilla de masaje. Existen técnicas que se aplican en sillas ergonómicas que cuentan con soportes ajustables para la cabeza, brazos, piernas, pies, tórax y tienen apertura facial. Su diseño específico garantiza el adecuado acceso a brazos y espalda.
  • Tabla de inversión: es un aparato en el que se gradúa el nivel de inclinación hasta lograr la postura vertical con la cabeza abajo. Se usa para algunas fisioterapias ya que permite la descompresión de vértebras y articulaciones.
Camillas de masaje

Características

Veamos los principales aspectos a tener en cuenta en las camillas de masaje.

  • Camilla fija o portátil: según dónde se desarrolle el trabajo será más conveniente una camilla fija o portátil. Si el trabajo se realiza siempre en la consulta, son preferibles las camillas de masaje fijas, más sólidas, grandes, cómodas y duraderas. Si se visita a los pacientes a domicilio, son más adecuadas las camillas de masaje plegables, teniendo en cuenta que cuanto más ligera sea menos funcionalidades tendrá.
  • Altura regulable o fija: las camillas de masaje de altura regulable se adaptan mejor a la altura del masajista y a las necesidades de cada tratamiento.
  • Zonas reclinables: son preferibles las camillas de masaje de al menos dos cuerpos, para que el respaldo sea regulable. Generalmente el accionamiento de los respaldo suele ser mecánico, mediante palancas.
  • Material: la estructura de las camillas de masaje suele ser madera o aluminio, ambos materiales ligeros y de calidad.
  • Anchura: las camillas de masaje anchas son más sólidas y más cómodas para el paciente, pero son más pesadas, factor a tener en cuenta en camillas plegables.
  • Estabilidad: las camillas de masaje deben ser estables, rígidas y resistentes, con una construcción robusta.
  • Ruedas: facilitan el traslado y conviene que sean escamoteables.
  • Recubrimiento: debe ser acolchado pero no demasiado blando, con tapizado antiadherente y fácil de limpiar.
  • Accesorios: son preferibles las camillas con accesorios para tratamientos, como rodillo, cuña postural, cojín cervical, cojín media luna, cabezal con elevación o tapón facial.
Guia de compra de camillas de masaje

Consejos para comprar camillas de masaje

La compra de una camilla de masaje representa para el terapeuta la adquisición de su herramienta principal de trabajo, por lo que se debe ser muy cuidadoso al elegir.

Primero hay que determinar el tipo de tratamiento que se brindará:

  • Para terapias de reflexología y estéticas es conveniente una camilla con respaldo ajustable.
  • Para masajes deportivos, de tejido profundo o de osteopatía es preferible que la camilla de masaje sea firme y de altura ajustable.
  • Para masajes relajantes, aromaterapia o reiki, lo ideal son las camillas blandas y anchas.

Al momento de elegir debemos considerar si la camilla de masaje va a estar siempre en la consulta, si algunas veces habrá que trasladarse al domicilio del paciente o si por sistema se acudirá a domicilio:

  • Para un consultorio lo más recomendable es una camilla de masaje fija hidráulica o eléctrica ya que su tamaño, solidez y duración son mayores.
  • Para salidas ocasionales se recomienda una camilla de masaje plegable de peso medio en la que se puedan adaptar accesorios tales como soportes de brazos y cara, y cuya altura sea ajustable.
  • Si continuamente habrá necesidad de trasladarse, lo mejor será decidirse por una camilla de masaje portátil ultraligera. No son tan durables como las anteriores pero tampoco tan costosas, por lo que algunos terapeutas tienen una fija en el consultorio y además una portátil para tratamientos a domicilio.

Para determinar la altura que debe tener la camilla se colocan los brazos a lo largo del cuerpo, extendidos y el puño cerrado. Los puños deben tocar la superficie de la mesa. De no ser así se debe ordenar el cambio de altura o adquirir una camilla ajustable. La medida estándar es de 75 cm.

La anchura estándar de una camilla de masaje es de 60-70 cm. Cuanto más ancha, más estable y cómoda resulta para el paciente, pero un terapeuta de baja estatura trabajará mejor en una más angosta.

Por último, se deben tomar en cuenta los materiales en relación a la durabilidad, peso y facilidad de aseo.