El masaje fue una de las primeras herramientas terapéuticas utilizadas por el ser humano contra el dolor y el estrés, y consiste en frotar, presionar o golpear con un cierto ritmo e intensidad diversas partes del cuerpo con fines terapéuticos, estéticos o deportivos. La persona que realiza el tratamiento mediante masajes se denomina masajista.

Qué es el masaje
Ya en la antigua Mesopotamia, en la India, Grecia y otras culturas antiguas se registra la práctica del masaje, recibiendo un nombre específico en cada lugar. Estos nombres fueron evolucionando hasta llegar al nombre actual.
Sobre las técnicas del masaje podemos decir que la investigación, evolución y perfeccionamiento continúan.
El masaje y sus beneficios pueden ir desde una técnica muy simple para relajar a la persona e inducir el sueño, hasta técnicas muy complejas que pueden generar acciones reflejas en el organismo, por lo que se utiliza exitosamente en algunas terapias médicas.
Existen diversos tipos de masaje como el circulatorio, deportivo, estético, de relajación y descontracturante, y algunos de los principales efectos pueden ser:
- Mecánicos: por la forma en que los tejidos son estimulados con la aplicación de fuerza y movimiento.
- Fisiológicos-higiénicos: en personas sanas cuando el masaje es efectuado para aliviar el cansancio después del ejercicio para vigorizar el organismo.
- Estético-Higiénico: cuando el objetivo del masaje es mejorar el tono muscular, eliminar depósitos de grasa o para relajación.
- Deportivos: cuando el masaje es efectuado en los deportistas antes, durante o después de un evento deportivo.
- Psicológicos o de relajación: al contacto de la mano del profesional en masajes hay una sensación de seguridad que junto con el manejo de las zonas más tensas logran su alivio eliminando el estrés.
- Sensuales: por la estimulación dirigida a una mayor obtención de placer.
El masaje también tiene fines terapéuticos y de rehabilitación por lo que se requiere de un profundo conocimiento anatómico y fisiológico. Consecuentemente también se deben tener muy claras las indicaciones y sobre todo las contraindicaciones del uso del masaje en diferentes circunstancias.
Cuando se tiene cualquier tipo de lesión por leve que parezca, es mejor consultar previamente con el médico sobre la conveniencia de someterse a cualquier tipo de masaje.
También es primordial cerciorarse de que se va a estar en manos de profesionales cualificados para evitar consecuencias lamentables.