LTE

El estándar de telefonía móvil LTE (Long Term Evolution) es un estándar de transferencia de datos móvil de cuarta generación (4G) y es una marca registrada propiedad del ETSI. El objetivo del LTE era aumentar la capacidad y la velocidad de las redes de datos inalámbricas utilizando nuevas técnicas de procesamiento digital de señales, así como rediseñar la arquitectura de red a un sistema basado en IP. La interfaz inalámbrica LTE es incompatible con redes 2G y 3G, por lo que debe ser operado en un espectro de radio independiente.

LTE

Qué es LTE

LTE (Long Term Evolution, Evolución a largo plazo) es un estándar de telefonía móvil de cuarta generación (4G). Esta tecnología es un estándar de transferencia de datos móvil, que reemplaza a la conexión 3G. LTE es una marca registrada propiedad del ETSI (European Telecommunications Standards Institute) y se comercializa comúnmente como 4G LTE.

El primer lanzamiento de LTE no alcanza los requerimientos de 4G, ya que no alcanza la velocidad requerida para considerarlo como tal, siendo descrito como una tecnología 3.9G (más allá de 3G pero anterior a 4G). LTE Advanced es una mejora del estándar LTE que cumple con la normativa 4G. LTE Advanced es compatible con los primeros equipos LTE y comparte frecuencia de bandas con el primer lanzamiento de LTE. Para que un teléfono móvil pueda llevar la etiqueta 4G debe cumplir unos requisitos, que son proporcionados por la tecnología LTE Advanced.

Con LTE se ha logrado superar con creces las velocidades que otorgaba la conexión 3G, logrando tasas que incluso superan a los servicios de ADSL. Con esta tecnología los usuarios de teléfonos inteligentes han dejado de depender de una conexión a Wi-Fi para realizar descargas de cierto tamaño o para ver vídeos con fluidez. Aparte de aumentar la velocidad, también se espera que la tecnología LTE permita conectarse a Internet móvil en zonas rurales o aisladas con escasa infraestructura de cable ADSL.

La tecnología LTE sólo puede ser utilizada por terminales compatibles aptos para redes LTE, tanto teléfonos inteligentes como módems, pendrives USB y ordenadores portátiles con módulos LTE integrados. Algunos fabricantes comercializan terminales y otros dispositivos de triple modo compatibles con GSM, UMTS y LTE. Las diferentes frecuencias y bandas LTE utilizadas en diferentes países significan que sólo los teléfonos multibanda pueden utilizar LTE en todos los países en los que es compatible.

El objetivo de LTE era aumentar la capacidad y la velocidad de las redes de datos inalámbricas utilizando nuevas técnicas y modulaciones de procesamiento digital de señales. Otro objetivo fue el rediseño y simplificación de la arquitectura de red a un sistema basado en IP con una significativa reducción de la latencia de transferencia en comparación con la arquitectura 3G. La interfaz inalámbrica LTE es incompatible con redes 2G y 3G, por lo que debe ser operado en un espectro de radio independiente.

Aunque LTE/LTE Advanced permite una velocidad teórica de descarga suficiente para ser denominada como 4G, hay que tener en cuenta que, al igual que ocurre con las conexiones 3G, el ancho de banda de las tecnologías LTE es compartido por todos los usuarios que se encuentran simultáneamente conectados a una misma estación base, por lo que la velocidad de descarga de cada usuario puede variar y, tienden a ser menores que los máximos teóricos. Además del ancho de banda compartido, la calidad de la conexión depende de la distancia del usuario a la estación y de las posibles interferencias existentes.

La arquitectura de red basada en IP admite transferencias de voz y datos con tecnología de red más antigua como GSM o UMTS. La arquitectura más sencilla resulta en costos operativos más bajos. Una de las ventajas que LTE proporciona es que se trata una red basada por completo en IP y por lo tanto debe llevar a todos los tipos de tráfico (voz, vídeo y datos) sobre IP.

Uno de los motivos para desarrollar LTE ha sido el aumento del uso de datos móviles y la aparición de nuevas aplicaciones y servicios, tales como juegos multijugador online, televisión móvil, web 2.0, contenidos en streaming o navegación web, entre otros.

LTE pretende mejorar significativamente la experiencia del usuario con total movilidad, así como garantizar la ventaja competitiva sobre otras tecnologías móviles. Para ello, LTE utiliza el protocolo de Internet (IP) para realizar cualquier tipo de tráfico de datos de extremo a extremo, lo que permite una buena calidad de servicio tanto en el tráfico de voz, apoyado en Voz sobre IP (VoIP), como en otros servicios multimedia.