Activos tóxicos

Se denominan activos tóxicos a aquellos activos que tienen un valor de mercado muy inferior a su valor contable, como por ejemplo hipotecas concedidas a personas con baja solvencia, garantizadas por una vivienda cuyo valor real difiere bastante del precio especulativo. Además del impacto negativo en el balance de cualquier empresa, los activos tóxicos tienen muy poca liquidez.

Activos toxicos

Qué son los activos tóxicos

Se denominan activos tóxicos a aquellos recursos financieros que sostienen a fondos de inversión de muy baja calidad.

Dichos fondos de inversión se crearon mediante la administración de planes hipotecarios cedidos a personas o familias con recursos económicos limitados y solvencia económica baja. Estos beneficiarios están respaldados por una vivienda valorada desde la especulación, con precios muy distantes de los reales, por los inversores de los activos tóxicos.

Estos fondos de inversión, forjados como instituciones de financiación colectiva, se encargan de reunir los activos tóxicos mediante el aporte de inversores naturales y físicos. Estos activos se invierten en diferentes instrumentos financieros con los que se negocia posteriormente, mediante su promoción como productos liquidados y de grandes oportunidades para los interesados.

El concepto de activos tóxicos se hace presente en el 2008, año en el que aparecieron las tan conflictivas hipotecas subprime o de alto riesgo. Las hipotecas subprime son una modalidad crediticia del sistema financiero estadounidense, caracterizada por la concesión de créditos hipotecarios a personas o familias con un bajo poder adquisitivo y con la máxima flexibilidad en las condiciones de pago.

Esta situación acarrea una inseguridad e inestabilidad en el circuito de pagos, con alta probabilidad de que se produzcan impagos, y con la consiguiente contaminación del mercado, contaminación que tiene como base el tránsito de los activos tóxicos en el mercado financiero.