Qué hay que tener en cuenta al amortizar hipoteca

Cuando el titular de un préstamo hipotecario dispone de un dinero extra, una de las opciones más rentables es amortizar parte de la hipoteca. Para ello, existen dos posibilidades: acortar el plazo de la hipoteca, por lo que se abrevia la duración del préstamo mientras la cuota mensual permanece invariable, o bien reducir cuota, de tal manera que se mantiene la duración del préstamo pero baja la cuota mensual que se debe abonar.

Que hay que tener en cuenta al amortizar hipoteca

Cuándo es una buena idea amortizar hipoteca

Invertir parte de los ahorros en reducir la deuda pendiente con el banco por un préstamo hipotecario puede ser una gran inversión en algunos momentos, y una mala en otros. Las principales variables para decidir si debemos amortizar hipoteca o dedicar ese dinero a otro tipo de inversión son el tipo de hipoteca (fija o variable), el tipo de interés efectivo y la inflación.

Si tenemos una hipoteca a interés fijo al 1.5% y la inflación es inferior al 1.5% anual, amortizar la hipoteca es una buena inversión. Por otro lado, si la inflación es superior al interés de nuestra hipoteca fija, es mejor invertir lo ahorrado en otro producto.

En las hipotecas variables la situación cambia ligeramente porque el interés está indexado a un índice de referencia como el Euribor. La decisión debería basarse en si creemos que el Euribor, que depende del Banco Central Europeo, se mantendrá por debajo de la inflación.

Si en su momento firmaste una hipoteca con unas condiciones mejorables, recomendamos abrir negociaciones con la entidad financiera con la que firmamos la hipoteca. Si el banco actual no nos mejora las condiciones, podemos plantearnos subrogar la hipoteca con otro banco.

Consejos para amortizar hipoteca

Amortizar la hipoteca lo antes posible permitirá probablemente al solicitante del préstamo rentabilizar más el dinero que mantenerlo en un depósito. La amortización del capital de una hipoteca incrementa el ahorro fiscal del año y reduce las cuotas posteriores o el plazo de la hipoteca, lo que permitirá ahorrar gracias a la reducción de intereses.

También se deben tener en cuenta los gastos en comisiones que las entidades financieras aplican al amortizar hipoteca, como la comisión por amortización anticipada que se debe pagar si se amortiza capital antes del plazo establecido.

Por lo general, las hipotecas se basan en el denominado modelo francés, también conocido como progresivo, de tal manera que las cuotas son fijas durante toda la vida del préstamo. En los primeros años de la hipoteca se pagan más intereses que capital, mientras que en los últimos años casi todo lo que se paga es capital y la parte correspondiente a intereses es inferior.

Si se cuenta con dinero adicional se puede amortizar el préstamo de dos maneras: reducir la cuota mensual a pagar o bien reducir el plazo de amortización del préstamo. Veamos las características, ventajas e inconvenientes de cada alternativa:

  • Reducción del plazo de la hipoteca: se reduce la duración del préstamo, mientras que la cuota mensual permanece invariable. Algunos expertos recomiendan la reducción del plazo de la hipoteca, ya que se pagarán menos intereses y el capital se amortizará en menos tiempo por lo que se asegurará una mayor rentabilidad. Esta alternativa es la que goza de mayor aceptación y en general, es el sistema más recomendable.
  • Reducción de la cuota: se mantiene la duración del préstamo, pero baja la cuota mensual que se debe abonar. Para algunas personas la reducción de la cuota de la hipoteca es más favorable porque les permite llegar a fin de mes de manera más holgada, ya que al amortizar cuota disminuyen los gastos. En este caso se pagaran más intereses, esta carga aumentará conforme al incremento del tipo de interés de referencia, el plazo se mantendrá invariable y habrá una menor rentabilidad.

Para elegir entre la reducción del plazo o de la cuota al amortizar hipoteca se debe de tomar en cuenta la situación económica del solicitante. Si se cuenta en una buena situación económica, se recomienda la reducción del plazo, por el contrario si la situación económica no es muy holgada, es preferible que opte por la reducción de la cuota. En cualquier caso, escoger entre ambas opciones dependerá de las posibilidades, necesidades y planificación financiera de cada familia, así como de la situación económica en general.