Registro de la propiedad

El Registro de la propiedad es un registro civil oficial en el que se inscriben los derechos de propiedad sobre los bienes inmuebles, así como todos los derechos reales que recaigan sobre ellos, y cuya función principal es dar información fiable a los ciudadanos acerca de lo inscrito, de cara a realizar contratos que impliquen disposición sobre los bienes inscritos.

Registro de la propiedad

Qué es el Registro de la propiedad

El Registro de la propiedad es la administración de carácter oficial en la que los propietarios de bienes inmuebles pueden inscribir sus propiedades para una posterior verificación pública.

De esta manera, en el momento en que se inscribe la propiedad, el propietario suscribe automáticamente todos los derechos que recaen sobre ella.

Entre los cometidos más importantes que desempeña el Registro de la propiedad está el de suministrar la información legal más fiable y actualizada a los ciudadanos referente a la realización de contratos que impliquen disposición de un bien inmueble.

Los objetivos principales del Registro de la propiedad son los siguientes:

  • Asentar sobre sólidas bases el sistema crediticio e hipotecario.
  • Dar protección a los titulares de los derechos inscritos.
  • Dotar de agilidad al tráfico jurídico inmobiliario.

El Registro de la propiedad también cumple una función de registro de toda la información y datos correspondientes a una propiedad. En relación con lo dicho, cualquier comprador interesado en adquirir una vivienda o finca podrá dirigirse a dicha administración con el fin de obtener todos los datos relevantes de esa propiedad. Podrá obtener información sobre si el vendedor es el verdadero propietario, si el inmueble está libre de cargas o cualquier otro dato actual de la propiedad.

Aunque en algunos ordenamientos jurídicos la inscripción en el Registro de la propiedad es voluntaria, tiene ventajas que la hacen aconsejable. Por ejemplo, si se diese el caso de una doble venta de un bien inmueble, de tal manera que una persona vende un bien dos veces consecutivas, aprovechándose de que el primer comprador no inscribió la compraventa en el registro, la propiedad pertenecerá al primero que lo hubiese inscrito, quedando el otro legitimado únicamente para reclamar la correspondiente indemnización.

Algunos derechos reales, como la hipoteca, suelen ser de obligatoria inscripción en el Registro de la propiedad, con el fin de hacer valer esta situación legal frente a terceros.

El funcionario principal del Registro de la propiedad es el Registrador, funcionario público independiente encargado de la calificación de los títulos presentados a Registro, pudiendo aceptarlos, denegarlos o suspenderlos según su ajuste a derecho. No se puede elegir Registro, sino que viene determinado por el lugar de situación del inmueble.