Los listados de morosos, ficheros de morosos o registros de morosos, son listados automatizados en los que se incluyen los datos de las personas o empresas que han incumplido el pago de sus deudas en el plazo establecido. Aparecer en un fichero de morosos puede suponer numerosos problemas para el afectado, como por ejemplo impedir la concesión de un crédito.

¿Qué es un listado de morosos?
Las listas de morosos son registros automatizados en los que se incluyen los datos de las personas que no cancelaron alguna deuda dentro del plazo estipulado.
Para formar parte de una lista de morosos debe existir una deuda cierta, vencida, reclamada y que haya resultado impagada. Además los acreedores deben asegurarse de que se han cumplido todos los requisitos anteriores, antes de presentar la denuncia a los gestores del fichero.
¿Qué tipo de listado de morosos existen?
ASNEF: morosidad en el pago de facturas
CIRBE: registro por impago bancario
RAI: morosidad en el pago de letras, pagarés o cheques
FIJ: registro de deudores con la administración pública
Cómo funcionan los listados de morosos
Muchos consumidores piensan que nunca formarán parte de una lista de morosos, pero son tantos los pagos a los que debemos hacer frente, y en algunos casos, tantas las dificultades económicas que se deben afrontar, que caer en algún descuido que nos sitúe en una de estas listas puede ser cuestión de horas.
La falta de pago de una letra de hipoteca, de la tarjeta de crédito, del coche, o de algunos servicios, un error bancario o incluso un desacuerdo con un acreedor, pueden ser suficientes para caer en una lista de morosos.
Así, cada vez más las organizaciones de defensa del consumidor advierten de la posibilidad cierta de formar parte de una lista de morosos por algún error informático o personal que nos perjudique.
Los datos que faciliten los acreedores deben ser exactos, y en caso de errores, lo deben notificar con la máxima premura a los responsables del listado de morosos.
Debe tenerse en cuenta que estos ficheros son gestionados por empresas privadas que no se hacen responsables de los errores que puedan contener sus listas, ya que de hecho los gestores de los registros de morosos no contrastan las informaciones.
Luego de transcurridos 90 días del impago por parte de deudor, las entidades financieras y demás acreedores, acudirán a alguno de los ficheros de morosos amparados por la ley para notificar los datos de los mismos.
Dentro de los 30 días subsiguientes a la presentación de los datos, los responsables del archivo deberán notificar al perjudicado su inclusión en dicha lista.
En caso de que algún deudor pruebe de forma documental que todo lo anterior se puede desmontar, los responsables del listado de morosos deberán proceder a una cancelación cautelar hasta la comprobación definitiva.
Los expertos aseguran que la forma más rápida de salir de una lista de morosos es pagar lo adeudado.