Validez de los billetes deteriorados

La validez de los billetes deteriorados, de tal manera que conserven su valor legal y se los pueda usar para realizar pagos, dependerá del grado de alteración. En general, un billete conserva su valor aun cuando se encuentre sucio, marcado, desgastado o decolorado, pero cuando el deterioro no afecta únicamente a la apariencia del billete, puede perder su valor.

Validez de los billetes deteriorados

Validez de los billetes alterados y deteriorados

La validez de los billetes deteriorados o alterados siempre dependerá del grado de alteración que ellos tengan. Hay adulteraciones de billetes que son suficientes como para que pierdan su valor legal, mientras que otras no tienen esta consecuencia.

Entre los deterioros que no causan la pérdida del valor del billete está el papel moneda sucio y expuesto a condiciones climáticas que por su uso pierden su color original. Si bien conservan su valor, cuando los bancos los reciben, deben retirarlos de circulación.

Sin embargo, los billetes alterados con mensajes propagandísticos, ya sea con escritura o dibujos, pueden perder su valor legal. Estos mensajes pueden ser propaganda o divulgación de proclamas políticas, religiosas o comerciales.

Los billetes propagandísticos se retiran del curso legal porque la ley considera que no deben ser un soporte para motivar decisiones y preferencias políticas o ideológicas al público, ni promover el consumo de algún producto o mercancía.

Cuando los sellos o las inscripciones no contienen mensajes políticos, religiosos o comerciales, no pierden su valor, como es el caso de sellos de bancos o empresas, personajes infantiles etc.

Asimismo, aunque es recomendable no hacerlo nunca, tampoco influyen en el valor del billete bigotes, anteojos, rayas, nombres, números o símbolos.

Otra alteración que conserva el valor del billete son manchas de grasa, aceite, pintura o tinta, siempre y cuando estas manchas no estén destinadas a tapar mensajes políticos, religiosos o comerciales.

También existen alteraciones de los billetes más elaboradas, como es la unión de dos o más trozos de diferentes billetes, en cuyo caso pierden su valor monetario, o billetes cuyo cuerpo está formado por la unión de dos o más partes del mismo billete, no perdiendo en esta ocasión su valor legal. Una forma de identificar a los de la primer categoría es comparando los números de denominación en la zona superior e inferior del billete: si no coinciden es una adulteración sin valor.