Aunque para la mayoría de personas la hipoteca es la manera más tradicional de tener casa propia, existen diversas alternativas a la hipoteca para conseguir financiación, como la pignoración de activos financieros, la hipoteca compartida, la hipoteca urgente, el préstamo personal no hipotecario, el trueque, el alquiler con opción a compra o el leasing inmobiliario.

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Alternativas al préstamo hipotecario
Pese a que la hipoteca se presenta como la manera más ortodoxa y tradicional de tener algún día una casa propia para muchas familias, las condiciones adversas del mercado inmobiliario, la dificultad para acceder al crédito hipotecario con denegaciones en aumento y la crisis económica, han obligado tanto a ofertantes como a demandantes a buscar alternativas al préstamo hipotecario. Veamos algunas de ellas:
Pignoración de activos financieros
Consiste en poner como garantía o aval, en vez de un inmueble, valores mobiliarios, como acciones, participaciones, fondos de inversión o depósitos. Son numerosas las entidades financieras que aceptan este tipo de garantías, con la condición de que los valores mobiliarios pertenezcan al propio cliente. El monto otorgado en préstamo será un porcentaje sobre el valor de esos títulos, y dependerá de los valores y del cliente. Una ventaja del préstamo con pignoración son sus reducidos gastos de tramitación.
Hipoteca compartida
Consiste en compartir la hipoteca y la propiedad del piso con alguien cercano que se encuentre en la misma situación. El préstamo compartido puede ser una buena opción para dar un primer paso en el camino a la vivienda en propiedad, e incluso algunas entidades ofrecen préstamos compartidos y asesoramiento para regular de manera legal la relación de copropietario y prever de antemano posibles inconvenientes. Generalmente la entidad obliga a la contratación de otros productos, como planes de pensiones o tarjetas de crédito.
Hipotecas urgentes
Son préstamos hipotecarios que se conceden con rapidez, sin apenas requisitos ni documentación, pero con unas condiciones bastante desfavorables, ya que aspectos como comisión de apertura, tipo de interés, intereses de demora o comisiones por impago suelen ser superiores a los fijados en las hipotecas normales. La hipoteca urgente se dirige a personas que no pueden acceder a un crédito en las condiciones que exigen los bancos por estar atravesando dificultades económicas. Generalmente este producto no lo ofrecen las entidades financieras tradicionales, por lo que antes de solicitar una hipoteca urgente es muy importante comprobar si la entidad está inscrita en el Registro de entidades supervisadas, ya que en ocasiones se trata de intermediarios o de entidades radicadas en el extranjero, que pueden esconder fraudes o estafas.
Préstamo personal
Las condiciones para la concesión de préstamos personales no difieren de las de la hipoteca. En caso de impago de cuotas, el cliente responde con sus bienes que serán embargados por el banco hasta cubrir la deuda, pero esta operación puede resultar más laboriosa y difícil para el banco, mientras que en la hipoteca, la casa del deudor es la garantía y pasa a manos del banco rápidamente. Sin embargo, respecto al préstamo hipotecario su plazo de amortización es menor y los intereses mucho más elevados.
Trueque
Consiste fundamentalmente en el intercambio de una vivienda por otra en condiciones similares, equiparación que puede implicar un ajuste mediante el abono de alguna diferencia basada en el valor de contado o a través de un acuerdo de subrogación, en caso de que ambas partes tengan una deuda pendiente. En la práctica funciona como dos compraventas que se celebran de manera simultánea. Claro está, antes de asumir compromisos será preciso comprobar la validez del título de propiedad y cualquier limitación de la vivienda que se piensa adquirir. Debemos destacar que las operaciones de trueque no están exentas de las cargas fiscales por transmisiones patrimoniales, ni de las plusvalías correspondientes a cargas municipales. Aunque parezca excesivamente informal para un tema que requiere una estricta reglamentación, seguimiento y control como es el de los inmuebles, el trueque, ancestral forma de pago, está cada vez más presente en los portales inmobiliarios, y cada vez más los particulares que buscan comprar o vender recurren al trueque, que se ha convertido en un recurso muy extendido.
Alquiler con opción de compra
El alquiler con opción a compra aparece como un recurso de flexibilidad para evitar la pérdida de entusiasmo de los clientes por acogerse a una hipoteca, ya que permite evitar pagar la casa al contado, por lo que se oferta principalmente por parte de los promotores.
Leasing inmobiliario
Dentro del alquiler con opción de compra, la modalidad más destacada es la conocida como leasing inmobiliario, que es un alquiler con opción a compra en un plazo de entre dos y cinco años después de iniciado el contrato. La principal ventaja del leasing inmobiliario es que ofrece financiación como una hipoteca, pero sin la necesidad de abonar una entrada, de tal manera que los inquilinos pueden convertir la cantidad destinada al pago del alquiler en la cuota mensual para abonar la compra de su vivienda. Así, un particular puede optar por alquilar la vivienda a un precio no demasiado elevado y, después, en un plazo de dos a cinco años, contará con la posibilidad de comprarla, descontándose del precio total de la misma lo abonado en concepto de alquiler durante ese período.