Radares fijos

Se denominan radares fijos aquellos sistemas para el control de la velocidad de vehículos cuya ubicación es fija y generalmente conocida, y no cambia con el tiempo. En este tipo de radares, el dispositivo calcula directamente la velocidad del vehículo, a diferencia de los cinemómetros en movimiento, montados en el coche policial. Pueden utilizar tecnología radar o laser.

Radares fijos

Qué son los radares fijos

Los radares fijos son aquellos cinemómetros cuya ubicación es fija y generalmente conocida, y no cambia con el tiempo. Así, se caracterizan por ser dispositivos de captación vial que se encuentran ubicados en un lugar puntual de la infraestructura de caminos, y no se mueven de esa ubicación estipulada.

Los radares fijos pueden ubicarse en diversos tipos de emplazamientos, como en pórticos sobre la calzada, en un semáforo, en un lateral o en la mediana, en cajas metálicas de seguridad específicamente creadas para contener el dispositivo. Son comunes en puntos neurálgicos de la red de carreteras o circunvalaciones de las grandes ciudades, así como en puntos de alta siniestralidad o alto riesgo.

Los modernos radares fijos han sustituido la cámara fotográfica tradicional analógica por otra digital, que cuenta con procesador integrado y una capacidad de almacenamiento de hasta 10.000 en color o 15.000 fotografías en blanco y negro.

Muchos equipos de radares fijos tienen conexión directa con los centros de control de tráfico mediante fibra óptica. La ventaja de este sistema de interconexión entre el centro de mando y los datos que emite el aparato de radar fijo, es que las infracciones que el mismo detecta pueden verse en tiempo real en el centro de control. Los datos de las infracciones se pueden imprimir en el mismo momento en que se reciben en las oficinas de seguimiento, lo que permite un envío rápido y ágil al domicilio de los infractores.

Algunos radares fijos llevan asociado un lector de matrículas (OCR, Optical Character Recognition, reconocimiento óptico de caracteres), sistema que permite introducir la matrícula de forma automática en una base de datos de tal manera que en la pantalla de control aparecerán los datos correspondientes a al vehículo en cuestión, entre ellos la titularidad del vehículo y las causas que pudiese tener pendiente el conductor.

Dado que el radar fijo es un tipo de cinemómetro estacionario, el dispositivo calcula directamente la velocidad del infractor, a diferencia de los cinemómetros en movimiento, montados en un coche de la policía, que deben tener en cuenta la velocidad del vehículo policial.

Los radares fijos pueden utilizar tanto tecnología radar como tecnología laser:

  • Cinemómetros fijos con tecnología radar: son eficaces tanto los avisadores de radar GPS como los detectores y los inhibidores.
  • Cinemómetros fijos laser LIDAR: son eficaces los avisadores de radar GPS y los inhibidores, no sirven los detectores.
  • Cinemómetros fijos de barrera laser: son eficaces los avisadores de radar GPS, no sirven los detectores ni los inhibidores.

Así como los radares móviles son muy criticados por muchos conductores y asociaciones de automovilistas por considerar que únicamente responden a un afán recaudatorio por parte de las autoridades, los radares fijos ubicados en lugares de alta siniestralidad y de ubicación conocida se considera que cumplen adecuadamente su función de actuar como medida preventiva para la reducción de accidentes, en los que el exceso de velocidad constituye el factor determinante.