La silla de oficina es uno de los muebles más importantes del mobiliario de oficina, ya que en ella vamos a permanecer sentados la mayor parte de la jornada laboral, por lo que tiene una influencia decisiva en nuestra salud y en nuestro rendimiento profesional. Elegir correctamente la silla de oficina ayudará a incrementar la productividad y a prevenir problemas de salud asociados a malas posturas o gestos repetitivos inadecuados, es por ello que la ergonomía y el diseño funcional tienen amplia aplicación en el campo del mobiliario de oficina.
Consejos para comprar sillas de oficina
Adquirir sillas para la oficina es algo más que buscar un estilo que armonice con el resto de la decoración, o conseguir el mejor precio dentro de un cierto rango de calidad.
Existen una serie de factores que se deben tomar en cuenta al hacer este tipo de gastos para que redunden en beneficio de quien va a utilizar las sillas, lo que a su vez tendrá repercusiones positivas para la empresa.
Es importante tener en cuenta que sentarse a revisar rápidamente las noticias, el correo electrónico o la red social, no es lo mismo que pasar toda la jornada laboral sentado en una silla frente a un ordenador.
Existen estudios que reflejan que aproximadamente el 85% de las personas empleadas en oficinas presentan algún problema en la espalda, sobre todo alrededor de los 50 años.
Veamos las principales características que debe reunir una silla de oficina:
- El asiento debe ser amplio y de altura regulable, su profundidad no debe dificultar la utilización del respaldo y debe tener el borde anterior redondeado para no molestar en la parte delantera ni dificultar la circulación de las piernas.
- El respaldo debe ofrecer soporte a la zona lumbar y permitir el ajuste de su inclinación, firmeza, movilidad, altura e inclinación. Se recomienda que cubra toda la espalda. Algunos modelos cuentan con accesorios como reposacabezas y otros.
- Los apoyabrazos deben permitir acercar la silla hasta donde el usuario lo necesite. También se recomienda que sean ajustables en inclinación y altura. Deben permitir una postura cómoda, servir de apoyo de codos y antebrazos, facilitar la incorporación y no oprimir la cadera.
- El tapizado debe ser transpirable, duradero y flexible, con acolchado de al menos 20 mm de espesor, para que resulte lo suficientemente confortable como para sentarse durante largos períodos de tiempo.
- La base de apoyo debe contar con 5 puntos de apoyo para ofrecer estabilidad. En caso de tener ruedas, deben ser adecuadas para el tipo de suelo sobre el que se coloque, para facilitar su desplazamiento sin esfuerzo.
- Aunque las sillas de oficina no suelen disponer de reposapiés, es un elemento que puede ayudar al usuario a adoptar la postura correcta. Debe tener inclinación regulable y estar realizado en materiales antideslizantes, para que permitan la sujeción correcta de los pies.
Es importante hacer notar que el uso de una silla inadecuada puede tener repercusiones en la salud del usuario, además de que su rendimiento laboral se ve disminuido debido al estrés y a la falta de confort.
Escatimar recursos al comprar las sillas de oficina puede resultar un ahorro mal entendido y de graves consecuencias tanto para el trabajador como para la empresa.
Características
Veamos las principales características a tener en cuenta en una silla de oficina destinada a un uso intensivo frente al ordenador:
- Respaldo: debe ser regulable en altura e inclinación, ajustarse a la espalda, ofrecer apoyo en la zona lumbar y tener longitud suficiente para cubrir la espalda.
- Asiento: debe ser ancho, de altura regulable, su profundidad no debe dificultar la utilización del respaldo y con el borde anterior redondeado para no dificultar la circulación de las piernas.
- Base de apoyo: dispondrá de cinco patas con ruedas para una estabilidad correcta.
- Revestimiento: el tapizado debe ser transpirable, duradero y flexible, con acolchado de al menos 20 mm de espesor.
- Reposabrazos: deben ser regulables, resistentes, permitir una postura cómoda, servir de apoyo de codos y antebrazos, facilitar la incorporación y no impedir acercar la silla a la mesa.
Tipos de sillas de oficina
Las sillas de oficina vienen en una gran variedad de modelos, ya que gracias al avance de las tecnologías, el diseño, la ergonomía y los nuevos materiales, podemos encontrarlas de múltiples estilos y formas, con numerosas opciones disponibles, por lo que siempre encontraremos el modelo que se adapte a nuestras necesidades y presupuesto.
Hay numerosos tipos de silla de oficina, veamos algunos de ellos:
- Sillas de trabajo o sillas operativas: se caracterizan por disponer de ruedas, respaldo bajo o medio ajustable, altura ajustable y generalmente también reposabrazos. Las sillas de oficina de trabajo son las sillas de oficina más habituales, ya que son económicas y proporcionan un confort aceptable, aunque no suelen ser sillas ergonómicas.
- Sillas de dirección o de ejecutivo: disponen de reposabrazos, asiento amplio, respaldo alto y generoso acolchado, por lo que son muy cómodas, confortables y elegantes. Las sillas de oficina de dirección están orientadas para ejecutivos, puestos de alta dirección y personas que desempeñan cargos directivos en una empresa o institución.
- Sillas de invitados o para visitas: son sillas bastante sencillas, ya que no suelen tener ruedas, reposabrazos o ajustes, puesto que están concebidas para permanecer en ellas entre 5 y 30 minutos. Las sillas de oficina para invitados son las sillas que se colocan en el lado opuesto de las mesas de los despachos y son para las visitas.
- Sillas para reuniones: se utilizan para reuniones ocasionales, charlas, cursos o eventos donde es necesario acomodar a grupos numerosos. Por ello, las sillas de oficina para reuniones suelen ligeras y fáciles de mover, así como apilables o plegables para almacenarlas ocupando el mínimo espacio después de la reunión. Algunos modelos incluyen un brazo plegable que sirve para tomar notas.
- Sillas de conferencias: son sillas elegantes y confortables, ya que cuentan con apoyabrazos, respaldo alto y asiento amplio y acolchado, por lo que podría decirse que están a medio camino entre las sillas de trabajo y las sillas de dirección. Las sillas de oficina de conferencias se utilizan habitualmente en salas de conferencias, juntas o reuniones de consejo.
- Sillas ergonómicas o sillas de rodillas: son sillas no convencionales que se caracterizan por su diseño ergonómico, ya que mantienen la columna vertebral y la espalda en posición activa y descansan parte del peso en las rodillas, en un soporte acojinado, evitando así malas posturas debido a la fatiga.
- Sillas de oficina cantilever: se caracterizan por carecer de patas traseras, de tal manera que aguantan el peso en las dos patas anteriores y su prolongación horizontal, gracias a las propiedades del material del que se fabrican, usualmente tubos de acero.
- Sillas de oficina plegables: se caracterizan porque se pueden plegar fácilmente, de tal manera que pueden ser almacenadas junto a otras sillas iguales ocupando el mínimo espacio. Las sillas de oficina plegables suelen ser ligeras y fáciles de mover, y usualmente se utilizan para acomodar a una gran cantidad de personas en lugares donde no hay asientos permanentes, como charlas o reuniones.
- Sillas de oficina tipo baquet: disponen de un asiento tipo baquet, similar a los asientos utilizados en los vehículos de carreras y los automóviles deportivos de alta gama. Las sillas de oficina tipo baquet suelen ser reclinables, con reposabrazos regulables, regulación en altura y base con 5 ruedas.
- Sillas de oficina con ruedas: cuentan con una base de apoyo compuesta por varias patas con ruedas, comúnmente cinco, para ofrecer una estabilidad correcta. Las sillas de oficina con ruedas permiten desplazarse en todas direcciones, lo que ofrece un gran confort a los usuarios que trabajan tras un escritorio, ya que evitan levantarse de la silla para pequeños desplazamientos.
- Sillas de ordenador: son sillas destinadas a un uso intensivo frente a un ordenador, por lo que son esenciales para evitar al usuario lesiones de espalda motivadas por una mala postura, que con el paso del tiempo pueden dar lugar a serios problemas de salud. Las sillas de ordenador no sólo se usan en el trabajo, también están muy presentes en el hogar, donde los ordenadores son un elemento habitual.
- Sillas de taller: son sillas concebidas para su utilización intensiva en puestos de trabajo de taller, tanto en un entorno industrial como en el ámbito doméstico de un taller de bricolaje. Las sillas de taller deben facilitar una posición ergonómica y ser confortables, para trabajar lo más cómodamente posible y evitar dolores lumbares, lesiones de espalda y problemas circulatorios en las piernas.
- Sillas para salas de espera: son sillas muy sencillas, ya que generalmente no tienen ruedas, no son ajustables ni disponen de reposabrazos. Las sillas para salas de espera están pensadas para ocuparlas durante cortos período de tiempo, por lo que suelen ser sillas simples de diseño moderno, más bonitas que cómodas.
- Sillón de oficina: disponen de un asiento más amplio que una silla de oficina normal, respaldo más alto y mayor acolchado, de tal manera que resultan muy cómodos, voluminosos y pesados, por lo que su base debe ser más sólida para ofrecer estabilidad y facilidad de desplazamiento. Los sillones de oficina suelen ser reclinables y algunos incluso cuentan con sistemas de masaje que pueden incluir distintas funciones e intensidades.
- Sofás para oficinas: son sofás concebidos para salas de espera y salas de recepción de consultorios, despachos y oficinas, existiendo tanto modelos sencillos sin tapizar y sin reposabrazos, como modelos más cómodos y sofisticados. Aunque hay modelos de sofás de oficina de 2 plazas, generalmente son de 3 o más plazas, ya que la gente al sentarse suele dejar un asiento de separación con la persona que ya está sentada.
- Sillas de gravedad cero: permite al usuario colocarse en la llamada posición de gravedad cero, que la NASA diseñó para los astronautas en el despegue.
- Sillas de oficina de descanso: diseñadas para favorecer el descanso en el trabajo, lo que proporciona ventajas tanto en la salud y el bienestar de los empleados como en su productividad.