Las minicámaras, también llamadas microcámaras o cámaras miniatura, son un tipo de cámaras de vigilancia que se caracterizan por su pequeño tamaño, por lo que se pueden esconder fácilmente y son la herramienta perfecta para montar un sistema de vigilancia discreto. Muchos modelos tienen las prestaciones de las cámaras normales, cuentan con un grabador integrado, conexión inalámbrica o cableada y capturan imágenes, video y audio.
Minicámaras
Las minicámaras son cámaras especialmente compactas, con tamaños que le permiten al usuario ocultarlas fácilmente mientras la usa para tomar fotos o grabar videos, por lo que son la herramienta perfecta para montar un sistema de vigilancia discreto. Este tipo de cámaras se asocian generalmente con el espionaje y la videovigilancia.
A pesar de su reducido tamaño, las minicámaras o cámaras miniatura, pueden llegar a tener prestaciones similares a las que tiene una cámara de tamaño normal, ya que permiten tomar fotos, grabar video e incluso capturar audio.
Existen modelos capaces de enviar la señal a otros dispositivos, mediante conexión de cable o de forma inalámbrica. Muchos modelos cuentan con un grabador integrado que almacena la información en la memoria interna, mientras que otras se valen de un medio de almacenamiento extraíble, como una tarjeta de memoria, para almacenar el material obtenido.
Debido a sus características, las minicámaras son una buena opción para montar sistemas de vigilancia, ya que pueden pasar desapercibidas y pueden proporcionar buenos resultados en cuanto a la calidad del audio y video obtenido.
Minicámaras con película fotográfica
Las minicámaras no son como tal una novedad reciente, ya que su aparición ocurrió tras la Segunda Guerra Mundial, cuando el mercado pedía cámaras pequeñas y económicas.
Aunque muchos modelos ofrecían pobres prestaciones, otros ofrecían resultados de gran calidad.
Estas minicámaras utilizaban película fotográfica de pequeñas dimensiones, en formatos no estandarizados.
El uso de películas muy pequeñas para almacenar las fotografías, aunque brindaba un gran avance en cuanto a portabilidad, fue también un serio inconveniente de estas cámaras, pues cada fabricante solía usar un formato de película exclusivo, lo que las hacía incompatibles.
Además, el revelado de estas películas no era algo que pudiera realizar cualquier persona, ni un servicio que se consiguiera tan fácil.
Minicámaras en la era digital
Los avances tecnológicos, tanto en almacenamiento de datos como en óptica y procesamiento de la señal, han permitido a las minicámaras reducir mucho su tamaño.
En la actualidad una minicámara es de un tamaño inferior al de una webcam común y es capaz de tomar imágenes de cierta calidad, así como grabar videos que incorporen audio, disponiendo además de una amplia capacidad de almacenamiento.