La floricultura es una rama de la horticultura orientada al cultivo de flores y plantas ornamentales en forma industrializada para uso decorativo, industrial o medicinal. Los floricultores producen todo tipo de flores y plantas para su uso en jardinería, paisajismo y decoración de interiores, así como para su venta en floristerías y viveros. Hoy en día la floricultura es una actividad industrial y comercial de alcance mundial.
Qué es la floricultura
La floricultura es una disciplina que se agrupa dentro de la horticultura a nivel internacional y está encaminada al cultivo de plantas de ornamento y flores. La diferencia que tiene con la jardinería es que la floricultura se practica en forma industrializada y enfocándose a producción masiva, por lo que generalmente se trata de empresas, que pueden ser de diferentes tamaños y tipos de organización. La producción de los floricultores se comercializa para ser utilizada por jardineros, decoradores, paisajistas, floristerías, etc.
Aunque en sus orígenes la floricultura era considerada una actividad de tipo artesanal, hoy en día ha llegado a un nivel industrial, no solamente por los volúmenes de ventas alcanzados sino debido a que se han perfeccionado las técnicas de cultivo de manera que es posible obtener productos con altos estándares de calidad y homogeneidad.
Con las técnicas actuales de cultivo es posible manejar condiciones ambientales para que la producción se dé en forma regular a lo largo del año, sin importar cambios de estación y otros factores a diferencia de la jardinería, que se limita a los cultivos estacionales.
En la floricultura actual se tienen grandes ventajas como son el control de plagas y de factores ambientales como tipo de iluminación, factor de humedad relativa, sistemas de riego, fertilización y muchos otros más.
Mientras que en otro tiempo las flores y plantas ornamentales eran comercializadas principalmente en sus zonas de origen, hoy en día es posible encontrarlas en todos los rincones del planeta.
Esto ocurre gracias a que la tecnología se aplica no solamente en lo que refiere al cultivo sino también a las innovaciones en cuanto a comercialización, logística, redes de distribución y almacenamiento que cuentan con las condiciones adecuadas de conservación del producto, etc. Gracias a todo ello los productos se mantienen frescos y lozanos durante más tiempo, prolongando tanto su vida en el punto de venta como su período ornamental.
Como se ha mencionado anteriormente, la floricultura no se enfoca exclusivamente a la variedad de flor cortada para su venta en florerías y otros comercios del ramo, sino que también se ocupa de la producción y venta de follaje ornamental y demás plantas de ornato con o sin flor para uso en jardinería, decoración paisajismo, arquitectura, etc.