El ikebana, también llamado arte floral japonés o el camino de las flores, es un antiguo arte basado en el respeto hacia la naturaleza y en una forma de vivir en comunicación con la naturaleza. En el ikebana se elaboran composiciones decorativas con flores, ramas, hojas, hierbas, frutos y semillas, con un propósito estético y también como método de meditación, ya que constituye un acto de reflexión sobre el paso del tiempo.
Qué es el ikebana
La palabra ikebana viene del idioma japonés y es la forma en que se denomina a los arreglos elaborados con flores naturales. La traducción literal sería algo como “flor viva colocada”. También es conocido como kado, que significa “el camino de las flores”.
El ikebana o arte floral japonés no es simplemente la forma japonesa de referirse a un arreglo floral cualquiera, sino que se trata de un arte muy antiguo con un profundo significado y una especial reverencia a la naturaleza, tal como sucede con otras tradiciones japonesas como la ceremonia del té, la caligrafía, la poesía haiku, etc. En otras palabras, se trata de toda una disciplina o una filosofía respecto a una manera de vivir en estrecha comunicación con la naturaleza.
En el ikebana toda composición o arreglo floral puede llevar no solamente flores sino frutos, hojas, ramas, semillas, etc. Y es primordial establecer que no solamente tiene fines estéticos sino que favorece e incluso induce a un estado de meditación. Esto se debe principalmente a lo efímero de sus componentes, a la armonía de sus colores, a su belleza y a la manera en que se representan las estaciones y en general los ciclos de la vida.
El ikebana es un arte cuyo origen religioso se remonta a hace más de 500 años. En él no solamente son importantes las flores, sus colores, forma, sino también el tallo, las hojas, su forma, las líneas que siguen y muchos otros factores. Como sucede con otras disciplinas existen ciertas reglas y lineamientos a seguir, a pesar de que se trata de un medio de expresión artística.
El ikebana es un arte mediante el cual se trata no solamente de llevar a los espacios interiores una muestra de las bellezas naturales, sino que es una forma muy bella de establecer un enlace entre el interior y el exterior. Es por esta razón que con mucha frecuencia en algunas creaciones se emplean gran cantidad de plantas, ramas, follaje, capullos y flores.
Una de las principales reglas de ikebana es que todos los componentes de una creación deben ser de origen orgánico.
Por otro lado se trata de composiciones minimalistas basadas en la estructura de un triángulo escaleno, es decir, se define por tener tres puntos principales, pero no hay lados iguales ni ángulos iguales. Estos puntos principales o vértices por lo general se representan mediante ramas para simbolizar el sol, la luna y la tierra, o bien el hombre, el cielo y la tierra. Por ello en cada creación cada elemento tiene un significado especial, incluso los espacios que quedan vacíos y los recipientes en los que se elaboran los arreglos.