La fotosensibilidad es una respuesta exagerada de la piel producida por la exposición a la luz, generalmente solar o ultravioleta, que se manifiesta rápidamente con cuadros clínicos importantes y anormales como dermatitis, quemaduras, urticaria, eritema, enrojecimiento o ampollas.
Qué es la fotosensibilidad
La fotosensibilidad es una reacción exagerada de la piel a los rayos UV. Puede manifestarse después de minutos o hasta días después de haber estado expuesto al sol, y aparece solamente en las áreas del cuerpo que estuvieron expuestas.
Los síntomas de fotosensibilidad se presentan por lo general en forma de urticaria o erupción cutánea roja y con pequeñas ampollas, lo que puede causar ardor o picazón.
La fotosensibilidad no necesariamente tiene que ser por exposición directa al sol, ya que puede presentarse también cuando se recibió la luz solar a través de ropa delgada y en colores claros o a través de cristales. Hay personas que incluso en invierno presentan fotosensibilidad.
Una persona que ha presentado fotosensibilidad debe usar bloqueadores o filtros de protección solar de máxima capacidad y no exponerse por largos períodos, ya que podrían presentarse otros síntomas de mayor gravedad como dificultad respiratoria, dolor de cabeza e incluso síncope.
En caso de tener algún padecimiento y estar tomando medicamentos, se debe acudir al médico para que determine si la fotosensibilidad puede estar relacionada con estos.
Es importante tomar medidas preventivas cuando ya se han tenido síntomas de fotosensibilidad por leves que hayan sido. Se recomienda no exponerse al sol sin protección y por largos períodos. Si no se puede evitar la exposición, es muy aconsejable el uso de sombreros anchos y ropa oscura de tejidos muy apretados y mantenerse bien hidratado. También se aconseja abstenerse de acudir a cabinas de bronceado.
Si ya se conocen los medicamentos, alimentos o factores que provocan fotosensibilidad, se debe procurar abstenerse en caso de los alimentos y consultar con el médico en el caso de los medicamentos. La reacción suele desaparecer en cuanto se deja de tomarlos. En la mayoría de los casos la recuperación puede tomar una semana.
Es importante tener bien claro que los factores desencadenantes en una persona, pueden no ser de aplición para todas las personas fotosensibles. Y en una misma persona, algo que provocó reacción de fotosensibilidad en alguna ocasión, puede no provocarla después.
La salud es algo con lo que no se deben correr riesgos, por lo que las personas con fotosensibilidad deben seguir los tratamientos médicos bajo vigilancia médica.