Las quemaduras solares o quemaduras por el sol, son provocadas por una exposición excesiva al sol, de tal manera que se supera la capacidad protectora de la melanina, pigmento que protege la piel. Para evitar las quemaduras solares conviene emplear cremas con factor de protección solar elevado.
Qué son las quemaduras solares
Por quemadura solar se entiende el enrojecimiento de la piel que se presenta después de exponerse a los rayos UV, ya sean del sol o de lámparas de bronceado.
El sol es sinónimo de vida y es la principal fuente de energía de nuestro planeta, pero no debemos olvidar que sus rayos, además de los beneficios que aportan, producen radiaciones UV que pueden llegar a producir severas quemaduras.
Los síntomas de una quemadura solar no aparecen inmediatamente, y esto es un factor que es necesario tener en cuenta para no exponerse en exceso a los rayos ultravioleta. Estos síntomas pueden ser:
- Hipersensibilidad y enrojecimiento de la piel, que al tocarla se siente caliente.
- Aparición de ampollas aún días después.
- Severas reacciones, también llamadas alergia solar, que pueden incluir erupción cutánea, fiebre, dolor de cabeza, náuseas y escalofríos.
- Llagas y peladuras que se pueden presentar aún días después de haber sufrido la quemadura solar.
Aunque los síntomas leves desaparecen en poco tiempo, el daño por la quemadura solar es permanente. Los efectos, incluido el cáncer, pueden presentarse hasta después de transcurridos varios años. En caso de reacciones severas se debe consultar al médico.
La melanina es el pigmento protector de la piel pero tiene un límite, y cuando éste es excedido se presentan las quemaduras, por lo que es importante no exponerse a los rayos UV sin protección.
Cuando una quemadura enrojece y es dolorosa, significa que el daño ya está hecho. El dolor puede ir en aumento entre las 6 las 48 horas siguientes.
Los daños son de algún modo acumulativos, de modo que cuando un adulto presenta problemas relacionados con cáncer de piel, generalmente fue causado por quemaduras producidas desde su niñez y a lo largo de su vida.
Para evitar las quemaduras solares es necesario proteger especialmente a bebés y niños, mo exponerse al sol entre las 10:00 y las 16:00 horas, abstenerse en lo posible del uso de lámparas de rayos UV y tener en cuenta factores como si se está bajo medicación, la altitud y los reflejos del agua, nieve o arena.