Bicicletas eléctricas reclinadas

Una bicicleta eléctrica reclinada es una bicicleta reclinada que cuenta con una batería y un motor eléctrico que proporciona asistencia al ciclista mientras pedalea. Las bicicletas reclinadas resultan muy adecuadas para instalarles un sistema eléctrico de pedaleo asistido, ya que de esa manera en las subidas, donde las bicicletas reclinadas son más lentas que las bicicletas convencionales por su mayor peso, el motor ayudará a reducir el esfuerzo.

Bicicletas electricas reclinadas

Características de las bicicletas eléctricas reclinadas

La bicicleta reclinada, también conocida como recumbente, es aquella que permite al ciclista viajar en una posición que además de ser mucho más cómoda resulta más aerodinámica, por lo que es más veloz en terrenos planos aunque pueden resultar más lentas en los ascensos por su mayor peso. En este tipo de bicicletas también existen las equipadas con motor eléctrico para asistir al pedaleo.

En las bicicletas reclinadas o recumbentes el ciclista lleva la espalda completamente apoyada en el respaldo del asiento en una posición más bien horizontal formando un ángulo con la horizontal que puede ir de los 20° a los 50°. En estas bicicletas reclinadas los pedales se encuentran colocados hacia adelante y generalmente al mismo nivel que el asiento.

Es asiento o sillín de las bicicletas reclinadas es propiamente un sillón, ya que el usuario viaja apoyando desde las nalgas hasta los hombros, y en muchos casos también cuentan con apoyo para la cabeza. Esta posición además de ser más cómoda permite imprimir mayor fuerza tanto al pedaleo como a la frenada.

Teniendo en cuenta que las bicicletas reclinadas por lo general son más veloces que las bicicletas tradicionales en terreno llano por su mejor aerodinámica, mientras que en las subidas suelen ser más lentas por su mayor peso, convertir una bicicleta reclinada convencional en eléctrica puede resultar muy útil, ya que el motor proporcionará asistencia al pedaleo principalmente en las subidas.

Esto es debido a que el motor proporciona pedaleo asistido mientras se pedalea y se desconecta a partir de 25 km/h. De esta manera, en las subidas y repechos, cuando una bicicleta reclinada se quedará rezagada respecto a los ciclistas convencionales, se activa el motor eléctrico y se reduce el esfuerzo, mientras que en terreno llano o favorable, cuando son los ciclistas convencionales quienes quedan rezagados, el motor se desconecta.

En las bicicletas eléctricas reclinadas la energía es suministrada por una batería cuya autonomía suele oscilar entre los 35 y los 70 km, que se recarga en la red eléctrica o panel solar. Es conveniente disponer de algún sistema de frenada regenerativa, ya que se aprovecha la inercia de las frenadas y bajadas para recargar la batería, lo que aumenta la autonomía de la batería y alarga su vida útil.

Respecto a la tracción, las bicicletas eléctricas reclinadas pueden llevar el motor tanto en el eje trasero, como en la rueda delantera o en el pedalier.

A la hora de adquirir una bicicleta eléctrica reclinada, podemos decantarnos por un modelo motorizado de fábrica o bien convertir una bicicleta convencional en eléctrica mediante un kit, por lo general fáciles y rápidos de instalar.