Bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas

Las bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas, son bicicletas que incorporan un motor eléctrico independiente en cada rueda, de tal manera que el vehículo dispone de la máxima tracción en cualquier tipo de terreno. Por lo general, las bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas pueden utilizar cada motor por separado, por ejemplo en caminos fáciles sólo un motor y en terrenos abruptos los dos motores.

Bicicletas electricas con traccion a las dos ruedas

Bicicletas eléctricas de doble tracción

Las bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas, también llamadas bicicletas de doble tracción o 2×2, son bicicletas que llevan un motor eléctrico en cada rueda, por lo que cuentan con tracción motorizada tanto en la rueda delantera como en la trasera. Generalmente se trata de bicicletas de montaña.

En bicicletas convencionales no es habitual este tipo de tracción debido a la dificultad que supone transmitir la tracción a la rueda delantera, tratándose por lo general de modelos exóticos para uso offroad que emplean sistemas de transmisión basados en cadenas, juntas cardán o sistemas hidráulicos. En cambio en las bicicletas eléctricas resulta sencillo implementar doble tracción, se trata simplemente de instalar dos motores eléctricos independientes, uno en cada rueda.

De esta manera, la bicicleta tracciona mucho mejor en cualquier tipo de terreno, especialmente en firmes deslizantes y pendientes pronunciadas. Además, se puede desplazar el peso hacia delante sin perder tracción, lo que permite subir cuestas más inclinadas.

El principal inconveniente de las bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas es el incremento de peso que conlleva incorporar dos motores, pero se compensa con una sensación de control mucho mayor en todo momento, un mejor comportamiento dinámico en curvas y el aumento de tracción, especialmente en terrenos de escasa adherencia.

Otro inconveniente a la hora de su manejo es el peso extra en la rueda delantera, lo que hace que no resulte tan ágil a la hora de tener que levantarla del suelo, por ejemplo para pasar algun obstáculo, como un tronco o un escalón.

También puede suponer un problema la desconfianza a la hora de conducir la bici que puede suponer disponer de demasiada potencia en la rueda delantera, ya que las sensaciones pueden no ser tan tan predecibles como en una bici convencional y puede generar efectos indeseados en la dirección.

Usualmente, las bicicletas eléctricas con tracción a las dos ruedas pueden utilizar cada motor por separado, por ejemplo en carretera puede funcionar sólo con el motor delantero, en pistas y caminos fáciles con el motor trasero, y en pendientes y terrenos abruptos con los dos motores simultáneamente.