Las bicicletas eléctricas son un medio de transporte más ecológico que el coche o la motocicleta para moverse por la ciudad, ya que son muy silenciosas, tienen un consumo energético muy bajo y no generan humos de escape. Sin embargo, también tienen impacto sobre el medio ambiente si la electricidad procede de fuentes no renovables, así como a causa del uso de baterías con efectos negativos desde el punto de vista ecológico.
Las bicicletas eléctricas y la ecología
La bicicleta eléctrica resulta un medio de transporte mucho menos contaminante que el automóvil o la motocicleta. Ciertamente algunas organizaciones ambientalistas argumentan que también son de alguna manera contaminantes ya que su fuente de energía es en muchas ocasiones electricidad obtenida a partir de fuentes no renovables, aunque las aprueban como una forma de transición entre el automóvil o la motocicleta y la bicicleta tradicional.
También el uso de baterías conlleva efectos negativos desde el punto de vista ecológico, por lo que algunos especialistas recomiendan principalmente el uso de baterías de litio ya que no contienen plomo y níquel, elementos que tienen efectos mucho más negativos en el medio ambiente.
Otra de las grandes ventajas de las bicicletas eléctricas en términos de ecología es que son completamente silenciosas puesto no existe el proceso de combustión, lo que supone que su impacto medio ambiental desde el punto de vista de la contaminación acústica es mucho menor.
Por ello, mientras las fuentes energéticas sean no renovables y las baterías supongan un problema desde el punto de vista ecológico, puede afirmarse que las bicicletas eléctricas contaminan más que las bicicletas tradicionales. No obstante, las bicicletas eléctricas son positivas desde el enfoque de la ecología, ya que contaminan menos que el coche o la moto, contribuyen a un mayor uso de la bicicleta convencional, no hacen ruido, ofrecen un menor consumo energético por viajero/km transportado e implican una menor ocupación del espacio público urbano, puesto que suponen una transferencia de viajeros del coche.
Las bicicletas eléctricas constituyen un medio de transporte más eficiente energéticamente y respetuoso con el medio ambiente que los modelos basados en vehículos con motor de combustión, especialmente en el ámbito urbano, muy afectado por el problema de la contaminación, la congestión y el ruido.
Tampoco debemos olvidar que en las bicicletas eléctricas la potencia que desarrolla el motor es mucho menor que en las motocicletas y que las bicicletas eléctricas están diseñadas para desconectar la asistencia del motor al superar los 25 km/h. Esto implica que aunque el esfuerzo se reduce de manera muy importante, la persona debe pedalear con normalidad, por lo que los beneficios de su uso también se ven reflejados en la salud, ya que pedalear es una actividad saludable que previene diversas dolencias, como la obesidad o las enfermedades cardiovasculares.
A pesar de la creciente tendencia al uso de la bicicleta eléctrica, aún queda mucho por hacer en cuanto a la educación para el ciclismo, la adecuación vial para el uso intensivo de la bicicleta junto con el incremento de aparcamientos de bicicletas seguros y confiables.