Tipos de colchones

El colchón es una pieza acolchada y flexible que se coloca sobre la cama, y junto al somier, la almohada y la ropa de cama, conforman el equipo de descanso, donde las personas duermen, función básica para el descanso. Existen colchones de muy variados tipos, como por ejemplo colchones de muelles, de lana, de plumas, de aire, de materiales vegetales, de agua, de látex, de espuma, viscoelásticos, de viscolátex, sanitarios o ignífugos, entre otros.

Tipos de colchones

Tipos de colchones

Del colchón en el que dormimos diariamente depende nuestro descanso, y por lo tanto también en gran medida nuestro bienestar físico, mental y emocional, nuestra capacidad de rendimiento en el trabajo, el estado de ánimo, la presencia o ausencia de agresividad y mucho más.

Según los especialistas, debemos dormir en un colchón que ofrezca el soporte adecuado a las diferentes partes del cuerpo, por lo que no se trata simplemente de dormir en un colchón plano y duro. Lo recomendable es que el grado de dureza y flexibilidad sea graduado conforme a cada zona corporal. Un colchón uniformemente duro puede causar dolor y rigidez de la espalda y la cintura. Por el contrario, uno demasiado blando puede ser el causante de exceso de tensión de los músculos de la espalda.

Existen colchones de muy variados materiales, y entre los más comunes podemos mencionar:

  • De muelles: existen diversos tipos de muelles, algunos son independientes y puede estar forrados individualmente de modo que se adaptan al cuerpo en forma confortable. Otros son muelles continuos que pueden ofrecer un diferente nivel de soporte. Estos colchones cuentan con distintos tipos de relleno y cubierta. La desventaja que presentan es que los muelles van cediendo con el tiempo y se hunden hacia el centro, por lo que la postura adoptada no favorece el descanso.
  • De látex: su principal ventaja es que se adapta al cuerpo de manera más uniforme que los muelles y permite crear diferentes zonas de confort. Además, los ácaros no anidan en este material. Son colchones gran durabilidad y recuperan su forma fácilmente. Las desventajas son que existen personas alérgicas al látex, y son de los más costosos.
  • De espuma: los más comunes se fabrican en espuma de poliuretano de baja densidad. Son económicos pero pierden la forma rápidamente con el uso. En menor cantidad se usan materiales más densos, que ofrecen mayor soporte. Otra desventaja es que no tienen características reguladoras de la temperatura.
  • Viscoelásticos: la espuma viscoelástica es un material que reacciona ante la temperatura y presión corporal, es decir, se amolda al cuerpo ofreciendo el soporte necesario. Muy recomendable para usos ortopédicos. La desventaja es su alto costo.
  • Viscolátex: constan de un acolchado o capa superior de espuma viscoelástica y un núcleo o capa inferior compuesto por un bloque viscoelástico y un bloque de látex, que proporciona suavidad y firmeza al conjunto.
  • De lana: son colchones con la superficie relativamente uniforme, muy pesados, de buena cualidad térmica pero poco adaptables.
  • De plumas: son muy apreciados por sus especiales cualidades de adaptabilidad y elasticidad, en especial el colchón de pluma de ganso y el de pluma de pato. Además poseén cualidades térmicas que los hacen muy apreciados en climas fríos. Son colchones de elevado coste.
  • De aire: son básicamente bolsas rectangulares que se llenan con aire, consiguiendo flexibilidad o dureza a base de quitar o agregar aire al interior. Son muy livianos y fáciles de guardar una vez vacíos.
  • De materiales vegetales: son colchones delgados a base de fibras naturales como el tatami, la totora y el arroz. Tienen escasas cualidades de adaptabilidad, flexibilidad y elasticidad.
  • De agua: consisten en un conjunto de módulos estancos rellenos de agua, por lo que resultan muy pesados, entre 1 y 2 toneladas.
  • Ignífugos: son colchones fabricados con materiales ignífugos, generalmente destinados a prisiones o transporte público, por ejemplo en coches-cama.
  • Sanitarios: están formados por materiales adaptables que no ejercen presión en el cuerpo, a fin de prevenir la aparición de llagas. Están pensados para personas obligadas a permanecer largo tiempo en reposo, en las que pueden aparecer llagas por el roce que el equipo de descanso ejerce en ciertos puntos del cuerpo. Normalmente se combinan con somieres articulados.