Un detector de metales de mano es un tipo de detector de metales que es utilizado por policías o vigilantes de seguridad, en aeropuertos o lugares de vigilancia especial, para detectar armas, pistolas y armas blancas. Los detectores de metales de mano se suelen usar como complemento de los detectores de metales no portátiles, llamados arcos o túneles de detección.
Qué son los detectores de metales de mano
Los detectores de metales de mano son un tipo de detector de metales utilizado habitualmente por policías o vigilantes de seguridad, en aeropuertos, edificios gubernamentales o lugares de vigilancia especial, para detectar armas, pistolas y armas blancas.
Los detectores de metales de mano generalmente se utilizan como complemento de los detectores de metales fijos o no portátiles, llamados arcos o túneles de detección, dado que el principal inconveniente de los arcos detectores de metal es que no capaces de determinar la ubicación de los objetos metálicos en el cuerpo de una persona.
Por ello, los detectores de mano se aplican usualmente a aquellas personas que hacen sonar la alarma del detector de metales de arco, así como a quienes llevan dispositivos médicos incompatibles con el detector de arco.
El detector de metales de mano a menudo evita la necesidad de que el afectado se quite la ropa para efectuar el registro, lo que puede ser invasivo e innecesario, de tal manera que aunque el público puede sentirse un poco molesto por ser explorado con un detector de metales de mano, la mayoría de la gente entiende la necesidad y lo considera preferible a la alternativa de hacer un registro quitándose la ropa.
También se utilizan en muchas otras situaciones, como escuelas, tribunales, centros penitenciarios, eventos deportivos o cualquier otra área pública, así como para eventos temporales en los que la instalación de un detector de arco sería poco práctico.
Así mismo, los detectores de mano también son usados por parte de la policía, para descubrir pistas que ayuden a localizar personas desaparecidas o a esclarecer delitos en los que pudieran existir balas perdidas o joyas arrancadas en forcejeos, por lo que son de gran utilidad para el aporte de pruebas durante los juicios.
Los detectores de metales de mano constan de una caja de control, altavoces, baterías y un microprocesador, conectado a un eje que inorpora la bobina de búsqueda. Trabajan según el principio de inducción de pulsos (PI, Pulse Induction). El detector de metales envía un pulso electromagnético y mide el tiempo de respuesta. Si la bobina se mueve sobre un objeto de metal, se activó la alarma. Un metal conductor dará lugar a un tiempo de respuesta diferente que otros materiales, lo que indica la presencia de un objeto de metal.
Su uso es muy sencillo, basta con pasarlo por la superficie del cuerpo de la persona, moviéndolo en un movimiento metódico de pies a cabeza, para efectuar un eficaz control de la presencia de armas, objetos metálicos y materiales peligrosos, de tal manera que el objeto de metal puede ser localizado con precisión. Son muy precisos y pueden ser operados después de una breve sesión de entrenamiento.
Generalmente funcionan a pilas o baterías recargables y alcanzan un peso entre 400 y 500 gr, siendo por tanto muy ligeros y manejables. Además, requieren muy poco mantenimiento.
Además del detector de metales de mano empleado en seguridad, existen detectores de metales de mano específicos para la construcción, el bricolaje y la industria civil, que sirven para detectar cables eléctricos o tuberías de agua antes de realizar taladros en el suelo, paredes o techos.