Higrostato

Un higrostato es un instrumento que mide y regula la humedad del aire en una habitación, de tal manera que si la temperatura y la humedad de un local difiere de los valores configurados por el usuario, actúa para activar el deshumidificador o el humidificador según la humedad sea demasiado alta o demasiado baja. Los higrostatos tienen gran relevancia para conseguir el confort higrotérmico, así como también para ahorrar energía.

Higrostato

Características de los higrostatos

El higrostato es un dispositivo que permite medir el porcentaje de humedad del aire en una habitación, de tal manera que un sensor mide la temperatura y la humedad de la habitación y las compara con los valores establecidos por el usuario, activando el deshumidificador o el humidificador según la humedad sea demasiado alta o demasiado baja.

Los humidificadores y deshumidificadores pueden ser controlados en forma automática mediante el uso de un higrostato. El deshumidificador se activa cuando el grado de humedad es superior al seleccionado, apagándose automáticamente al alcanzarlo. Igualmente, el humidificador se activa si la humedad es inferior a la programada, apagándose al alcanzar el valor establecido.

Además de servir para regular automáticamente la humidificación y deshumidificación de la habitación, activando o desactivando el aparato correspondiente, los higrostatos permiten un importante ahorro en el consumo de energía, ya que evitan el funcionamiento innecesario de los aparatos.

Hay que recordar que el confort térmico viene determinado por diversos factores, como por ejemplo:

  • Temperatura ambiente.
  • Humedad relativa del aire.
  • Propiedades de radiación de los materiales del entorno.
  • Corrientes de aire.
  • Índice metabólico, que depende de la actividad o inactividad física de la persona.
  • Índice de indumento, que indica el nivel de abrigo que proporciona la ropa.
  • Índice de Zaiden, que indica el abrigo que proporciona la grasa corporal.

El confort térmico tiene una gran importancia tanto en el hogar como en el ambiente de trabajo, ya que cuando no se descansa correctamente o se trabaja en condiciones incómodas, los niveles de estrés se elevan. Por este motivo puede aumentar la agresividad, disminuir los reflejos y la capacidad de respuesta, alterar el estado de alerta o disminuir la productividad, entre otros.

Con la aparición de los sistemas de aire acondicionado surgieron también diferentes estudios y teorías respecto a las condiciones idóneas para un confort térmico, según las necesidades de cada habitación o espacio, el tipo de vestimenta de las personas que ahí permanecen, la actividad que van a realizar y algunos otros factores determinantes.

Un factor decisivo a este respecto es el control de la humedad relativa, ya que un porcentaje de humedad demasiado elevado puede incrementar la sensación de calor y producir una excesiva sudoración, ya que el sudor no se evapora con facilidad y el cuerpo no puede refrigerarse si la humedad es alta. Por el contrario, un porcentaje de humedad muy bajo provoca la pérdida de calor del cuerpo por evaporación de agua, reseca las mucosas y causa deshidratación, entre otros efectos. Por la comodidad personal y por motivos de salud, se recomienda una humedad relativa de un 40 a 55%, tanto en épocas de frío como de calor.

Estos estudios han conducido a incluir humidificadores y deshumidificadores en los aparatos de aire acondicionado y climatizadores, que mediante higrostatos, regulan automáticamente los porcentajes de humedad óptimos para ofrecer el confort térmico requerido.