Humidificador

Un humidificador es un aparato utilizado para aumentar la humedad del aire en espacios cerrados, por lo que se suele emplear en los aparatos de acondicionamiento de aire para incrementar la humedad del ambiente, especialmente en la climatización de invierno o calefacción. Esto se debe a que en invierno, a causa de la calefacción, la humedad relativa del aire disminuye fácilmente hasta bajar del 40 a 55% recomendado para viviendas y oficinas.

Humidificador

Características de los humidificadores

El humidificador es un aparato electrodoméstico que ha sido diseñado para obtener un incremento en el porcentaje de humedad relativa dentro de un espacio cerrado. Los humidificadores son aparatos de gran utilidad, ya que evitan un ambiente excesivamente seco y la falta de humedad del aire es perjudicial para la salud.

En invierno, a causa de la calefacción, la humedad relativa del aire disminuye rápidamente hasta bajar del 40 a 55% recomendado para viviendas y oficinas. Ventilar con frecuencia no soluciona el problema e incluso puede empeorarlo, ya que el frío aire invernal contiene muy poca humedad.

Un ambiente interior seco puede suponer diversos problemas de salud, ya que las mucosas de las vías respiratorias se resecan, provoca sequedad de la piel, causa la pérdida de calor del cuerpo por evaporación de agua y aparece escozor en los ojos, con lo que resulta fácil contraer enfermedades.

Los humidificadores están disponibles para habitaciones de diferentes tamaños y, una vez instalados, cumplen su cometido de forma muy rápida, de tal manera que la humedad relativa del aire alcanza con rapidez el valor recomendado, entre el 40 y 55%.

Al utilizar un humidificador debe tenerse presente que una humedad relativa superior al 55% favorece la proliferación de ácaros, y que unas condiciones ambientales de 25°C de temperatura con una humedad relativa del 85% son ideales para la proliferación de moho y ácaros.

Los humidificadores se caracterizan por su capacidad de evaporación, que indica la cantidad de líquido (vapor de agua) que emite el aparato, que se mide en litros por hora (l/h) o mililitros por hora (ml/h). Este dato permite calcular cuánto tiempo dura la carga del depósito de agua.

Comparativa

Según el sistema técnico de los humidificadores, se distinguen los siguientes tipos:

  • Pulverizadores: utilizan ultrasonidos o bombas hidráulicas y boquillas finas para nebulizar agua en forma de niebla formada por gotas diminutas que se esparcen en el ambiente de la habitación. Se puede hacer uso de un ventilador para conseguir una distribución más uniforme de la humedad. Estos aparatos enfrían el aire y consumen poca energía, ya que no calientan el agua. La fina pulverización del agua aumenta el riesgo de inhalación de gérmenes contenidos en el agua nebulizada.
  • Vaporizadores: humedecen el aire ambiente mediante vapor de agua, ya que calientan el agua hasta la ebullición. El calentamiento del agua supone un consumo de energía relativamente alto, aunque la ebullición elimina los posibles gérmenes del agua y permiten añadir aceites balsámicos a la salida del vapor para tratar dificultades respiratorias o mucosidades de difícil expulsión. Se recomienda tener cuidado para no quemarse, ya que el vapor que expulsa lo hace a alta temperatura, así como que el vapor húmedo no se proyecte sobre materiales delicados, como papeles pintados, tapizados o cuadros. Estos humidificadores se deben descalcificar periódicamente, ya que la calcificación provoca que el agua no se caliente lo suficiente y facilita la proliferación de bacterias. El agua puede calentarse mediante una resistencia eléctrica o mediante electrodos. En los vaporizadores que calientan el agua mediante una resistencia térmica se recomienda usar agua destilada para evitar que se depositen minerales. Los vaporizadores que calientan el agua mediante dos electrodos contenidos en el depósito de agua, por la que fluye la corriente eléctrica, no funcionan con agua destilada, ya que carece de la conductividad eléctrica necesaria, e incluso algunos modelos recomiendan que se agregue un poco de sal al agua para favorecer la conductividad si el funcionamiento con el agua corriente es lento o nulo.
  • Evaporadores: distribuyen agua sobre una superficie grande, como láminas filtrantes, filtros mojados o aletas giratorias, e impulsan una corriente de aire que la atraviesa. Contribuyen a la regulación natural de la humedad del aire y tienen un consumo de energía relativamente bajo. Además enfrían la habitación.

Algunos humidificadores ofrecen prestaciones adicionales, como depósitos de agua grandes para un funcionamiento continuo, función de desconexión automática cuando se ha consumido el agua, higrómetro electrónico, programador para especificar la humedad relativa deseada en la habitación, función ambientador para perfumar el aire, diversos modos de funcionamiento día/noche/económico o ajuste de la capacidad de evaporación, entre otras.

Los humidificadores pueden dar problemas si contribuyen a la proliferación de gérmenes y microorganismos en el aire a través de la humedad, por lo que para evitarlo conviene añadir un desinfectante en el agua. Algunos modelos realizan el proceso de esterilización del agua automáticamente mediante radiación ultravioleta (UV) o mediante ultrasonidos. En cualquier caso, es preciso limpiar a fondo los humidificadores con regularidad y ser muy cuidadoso con la limpieza de los depósitos.