Un ventilador es un aparato de acondicionamiento de aire diseñado para producir una corriente de aire mediante unas aspas accionadas por un motor eléctrico, aunque también existen modelos sin aspas. Por lo general, se usan para refrescar el aire en climas cálidos, para renovar el aire en lugares cerrados y para eliminar olores. Los ventiladores no enfrían el aire, sino que se limitan a moverlo, generando así una corriente de aire refrescante.

Características de los ventiladores
Un ventilador es un aparato que hace circular el aire con diferentes fines, como ventilar un determinado espacio, eliminar olores o brindar una sensación de frescura en climas cálidos. Son recomendables para estancias aireadas y sombrías. Ganan efectividad colocados junto a una ventana, de tal manera que aprovechen el aire fresco de la calle.
Tanto en la vivienda como en el entorno laboral, los ventiladores permiten combatir el calor sofocante del verano, ya que son una solución rápida y sencilla contra el calor. Estos aparatos no enfrían el aire, sino que se limitan a moverlo, pero la corriente de aire produce una sensación de frescor rápida y agradable.
El ventilador no tiene la capacidad de enfriar el aire pero produce una sensación de bienestar al disipar el calor que se transmite desde el cuerpo hacia el medio ambiente, consiguiendo que la sensación térmica baje entre 4 y 8°C. También es cierto que en algunos casos, en espacios donde se cuenta con buena ventilación, el ventilador puede llegar a reducir la temperatura hasta en unos 5 o 6°C.
Para una vivienda familiar, una buena ventilación natural y un ventilador pueden ser suficientes para la renovación del aire interior, ya que éste entra y sale por huecos, puertas y ventanas. Pero en grandes edificaciones definitivamente no resulta suficiente. Para ello se emplean ventiladores que se colocan a manera de extractores para sacar el aire viciado, favoreciendo la entrada de aire fresco. En cualquier caso, los sistemas de ventilación pueden combinarse con sistemas de calefacción o de refrigeración.
El modelo de ventilador más común es de funcionamiento eléctrico y consta de un motor que acciona un rodete que está provisto de aspas giratorias. Para evitar accidentes, normalmente las aspas están protegidas con rejillas. También existen modelos de ventiladores sin aspas.
Por lo general los ventiladores suelen disponer de un modo automático que cambia la orientación del flujo de aire en todas las direcciones, así como de varios niveles de potencia, que hacen que se remueva el aire más o menos rápido. Algunos modelos ofrecen numerosas funciones adicionales, como intervalos de brisa marina, función temporizador, mando a distancia, filtros para limpieza del aire, modo nocturno o modo silencioso para molestar lo menos posible en el entorno del hogar.
Tipos de ventiladores
Existen diferentes tipos de ventiladores, tanto para uso doméstico como para uso industrial:
- Ventilador de sobremesa: generalmente suelen ser pequeños y de baja potencia. Se colocan sobre una mesa u otro mueble, generalmente en oficinas o en ambientes donde se precisa poca ventilación.
- Ventilador de torre: se coloca en el suelo sobre un pie o soporte. Es portátil y puede ser colocado casi en cualquier parte, generalmente en esquinas o detrás del sofá. Existe una gran gama de modelos y tamaños.
- Ventilador mini-torre: al igual que los modelos de torre, se coloca sobre un pie o soporte, pero por su tamaño compacto y pequeño puede usarse sobre un escritorio o encima de una mesa.
- Ventilador personal: son ventiladores compactos para uso personal, ideales para el hogar, la oficina o el coche.
- Ventilador de techo: es un ventilador que se fija colgado del techo y cuyas aspas quedan en posición horizontal, proyectando el aire hacia abajo. Por lo general disponen de aspas de gran tamaño. Se utilizan en habitaciones donde no hay espacio disponible en las paredes o el suelo.
- Ventilador de pared: ideal para espacios reducidos, ya que va fijo a la pared.
- Ventilador de exterior: proporcionan una brisa fresca en jardines, terrazas y porches. Suelen ser resistentes al agua y la intemperie.
- Ventiladores sin aspas: más silenciosos que los ventiladores convencionales.
- Ventiladores nebulizadores: además de ventilar, también enfrían y ayudan a bajar la sensación de calor de una habitación.
- Extractores: se usan para la entrada, extracción o intercambio de aire del exterior. Suelen disponer de filtros que ayudan a eliminar el polen, polvo y otras impurezas.
- Ventilador industrial: puede ser centrífugo, helicoidal, helicocentrífugo y de diferentes caudales y presiones. Por lo general son de gran potencia.
El ventilador es una de las alternativas más económicas que existen para hacer más soportables las temporadas de calor. En lugares donde se cuenta con aparatos de aire acondicionado, el ventilador puede resultar un excelente auxiliar para una mejor distribución del aire frío.