El calor dentro del vehículo es un factor esencial para la efectividad en la conducción, ya que afecta a las capacidades y al comportamiento del conductor, puesto que reduce la capacidad de concentración y produce fatiga, somnolencia y agresividad. Respecto al aire acondicionado, conviene revisar periódicamente el circuito, mantener el automóvil cerrado mientras funciona el aire acondicionado y evitar obstrucciones en las salidas del aire.
Consejos para conducir con calor
Conducir en clima cálido implica ciertos riesgos, ya que el estado de alerta del conductor se puede ver afectado. El exceso de calor causa fatiga, somnolencia, lentitud de reflejos, estrés y agresividad. Una persona con altos niveles de estrés no reacciona de la misma manera que una persona relajada.
La temperatura del interior del vehículo puede llegar a ser 15°C más que en el exterior. Influyen varios factores como el número de ocupantes, el color de los interiores y la carrocería, el calor generado por el motor y algunos otros.
En términos generales, una persona experimenta una sensación de bienestar térmico en una temperatura de entre 21 y 25°C. Existen estudios que demuestran que a una temperatura de 37°C un conductor realiza mayor número de movimientos para corregir la conducción que a temperaturas más bajas. También se vuelve más agresivo tocando el claxon con mayor frecuencia y mostrándose más impaciente.
Además de contar con una temperatura agradable dentro del habitáculo del vehículo, es recomendable que también se cuente con una humedad relativa de entre el 40 y el 55%, lo que contribuye a proporcionar confort térmico. Aunque en algunos coches sólo es posible regular la temperatura, muchos modelos incorporan un dispositivo de deshumidificación que regula la humedad relativa.
Veamos algunas recomendaciones para conducir en épocas de calor:
- No encender el climatizador inmediatamente después de abordar el automóvil sino abrir primero las ventanas y permitir que circule un poco el aire, para eliminar el calor del interior antes de encender la refrigeración, ya con las ventanillas subidas.
- Al encender el aire acondicionado, es recomendable dirigir las rejillas hacia arriba o hacia abajo, nunca directamente hacia las personas ya que pueden surgir problemas respiratorios al resecarse demasiado las mucosas.
- Mantener el automóvil cerrado mientras está funcionando el aire acondicionado.
- Para reducir la temperatura sólo unos pocos grados, puede ser suficiente usar el ventilador sin activar el aire acondicionado, lo que refresca el ambiente unos grados sin incrementar el consumo de combustible.
- El aire acondicionado no debe ser demasiado frío, puesto que puede resecar las mucosas de la nariz, la garganta y la piel.
- Eliminar las obstrucciones, suciedad e impurezas que se encuentren en las salidas del aire acondicionado, como las salidas de la base del parabrisas, las salidas frontales, las salidas hacia el suelo o las salidas hacia los asientos traseros.
- En lo posible, tratar de aparcar el auto en zonas sombreadas y bajar las ventanillas para que se ventile. Si esto no es posible, no permitir que niños, personas mayores o mascotas permanezcan dentro del vehículo al sol.
- Realizar periódicamente una revisión del circuito del aire acondicionado para garantizar el buen funcionamiento del equipo.
- Durante la conducción, debe tenerse en cuenta que el uso del aire acondicionado hace que la potencia del motor disminuya y que aumente el consumo de combustible.
- Aunque el aire acondicionado supone un incremento del consumo, privarse de la refrigeración y bajar las ventanillas no permite ahorrar combustible, ya que conlleva un gasto similar por la mayor resistencia del viento.
- Si no se dispone de aire acondicionado, es conveniente bajar las ventanillas, ya que el ruido o el incremento del consumo son un mal menor, frente a las consecuencias del calor en el coche.
- Viajar con las ventanillas subidas reduce el ruido e impide la entrada de polvo, malos olores e insectos que pueden despistar al conductor.
- Durante recorridos largos se recomienda parar cada dos horas o cada 200 kilómetros para descansar, así como llevar bebidas frecas y no alcohólicas para una adecuada hidratación. Para evitar riesgos se debe permanecer alerta ante la aparición de síntomas de fatiga, como picor de ojos, nerviosismo o somnolencia.