Se denomina streaming multimedia a la distribución de contenidos multimedia a través de una red de computadoras mediante una corriente continua de datos o flujo sin interrupción. A diferencia de la descarga de archivos, en la que el usuario debe descargar los archivos por completo para poder acceder a su contenido, en el streaming el usuario accede al contenido, generalmente vídeo o audio, al mismo tiempo que se descarga.
Características del streaming multimedia
El streaming multimedia, o simplemente streaming, consiste en un flujo continuo de datos que es recibido y reproducido por un usuario final (cliente) mientras está siendo suministrado por el proveedor (servidor). Esta tecnología funciona mediante un buffer de datos que va almacenando lo que se va descargando con unos segundos de adelanto para luego mostrarlo al usuario sin interrupciones. Esta precarga de datos es necesaria porque la entrega de datos desde el servidor puede sufrir demoras por interrupciones o sobrecargas en la conexión.
El streaming puede ser en Internet o en red local, según se transmita el contenido multimedia por Internet o en una red local, generalmente de ámbito doméstico. Podemos distinguir dos tipos de streaming:
- Streaming en directo: el contenido multimedia se transmite a iniciativa del servidor, de tal manera que la señal se visualiza en tiempo real.
- Streaming bajo demanda: el contenido multimedia se transmite a iniciativa del cliente, por lo que puede ser visualizado en cualquier instante.
En el streaming en directo la información es enviada directamente al reproductor, sin guardar el archivo en el disco duro, por lo que los contenidos sólo están disponibles una sola vez. En el streaming bajo demanda, por el contrario, el archivo se guarda en el disco duro y luego se reproduce desde esa ubicación, por lo que puede reproducirse en repetidas ocasiones.
El streaming se aplica habitualmente a la difusión de audio o vídeo a través de Internet. Antes de que apareciera el streaming, para distribuir contenido multimedia era necesario descargar completamente el archivo al disco duro local, para posteriormente proceder a su reproducción. Puesto que los archivos de contenido multimedia, como audio y vídeo, tienden a ser muy pesados, su descarga completa es una operación que requiere bastante tiempo.
Con la tecnología del streaming, por el contrario, un archivo puede ser descargado y reproducido simultáneamente, con lo que el cliente puede acceder al contenido al mismo tiempo que se produce la descarga. Puesto que con el streaming un archivo puede ser descargado y reproducido al mismo tiempo, el tiempo de espera para el usuario es mínimo.
El streaming sólo se popularizó cuando la banda ancha se extendió entre la mayor parte de los usuarios, ya que requiere una conexión de red con una tasa de transmisión elevada. Hasta entonces, los intentos de streaming multimedia de radio y televisión por Internet habían fracasado, por el considerable ancho de banda que requiere la señal de audio y vídeo.
El streaming se aplica habitualmente a la difusión de audio o vídeo, siendo sus aplicaciones más comunes la radio y la televisión por Internet. La principal ventaja para los canales y emisoras que emiten por Internet es que pueden llegar a un público objetivo mucho más amplio, ya que desaparecen las limitaciones ligadas al ámbito geográfico. No sólo las radios y televisiones tradicionales emiten ya su programación por Internet en simulcast, sino que cada vez son más numerosas las emisoras digitales que transmiten exclusivamente por Internet.
El acceso de los usuarios a contenidos a través del streaming está causando un importante cambio en las formas de creación, distribución y consumo de contenidos multimedia, por su fácil difusión en las plataformas online y por su integración en las redes sociales.
Actualmente, los avances en las redes de computadoras, combinados con los cada vez más potentes ordenadores domésticos y los sistemas operativos modernos, hacen que el streaming resulte práctico y asequible para los usuarios, por lo que los servicios de streaming se han vuelto cada vez más populares en los últimos años.
Por diversos motivos, entre ellos la propiedad intelectual de los contenidos, la mayoría de la tecnología del streaming multimedia ha sido concebida y diseñada para desechar los datos una vez interpretados. Sin embargo, se han desarrollado numerosas aplicaciones que permiten a los usuarios capturar y guardar fácilmente los streams en archivos en el disco duro local. Antes de utilizar estas aplicaciones debe tenerse en cuenta que su uso puede ser contrario a la ley en algunos países.