La crema de afeitar se ha empleado desde tiempos remotos para ablandar la barba y facilitar el afeitado, permitiendo que la navaja se deslice con facilidad. La crema de afeitar tal como se conoce, se fabricó por primera vez en las más exclusivas barberías de Londres hace más de dos siglos.

Características de la crema de afeitar
El auge de productos en aerosol y otras presentaciones que en teoría sirven para un afeitado más rápido, hicieron que decayera su uso. El problema de estos productos es que contienen ingredientes como alcohol y otras sustancias químicas que provocan irritación en la piel y solo sirven para ayudar a que las cuchillas se deslicen con facilidad.
Es por ello que la crema de afeitar tradicional está volviendo a destacar en el mercado, sobre todo en países como Canadá, Estados Unidos y Europa.
Con una brocha y crema de afeitar de buena calidad se puede obtener una rica y abundante espuma en muy poco tiempo, además de que aplicarla con brocha ayuda a exfoliar la piel y levantar la barba para un corte al ras.
Cómo afeitarse con crema de afeitar
Es muy importante afeitar con movimientos cortos para disminuir la presión sobre la piel y así evitar cortes e irritaciones.
También hay que recordar enjuagar constantemente las cuchillas para retirar el exceso de crema mezclada con pelo y células muertas, lo que puede dificultar que se deslice suavemente.
Igualmente se recomienda volver a aplicar crema de afeitar en caso necesario, sobre todo si se va a dar una segunda pasada.
Las cremas de afeitar vienen en diferentes presentaciones como tarro, tubo o envase a presión. Incluso hay algunas que pueden ser utilizadas sin brocha ya que no producen espuma, aunque se requiere de una abundante cantidad para que sea suficiente para cubrir el área a afeitar.
Si decides usar una crema de afeitar, prueba distintas marcas y elige la que mejor le siente a tu piel para que luzca tersa y suave al tacto, ya que esa es, después de todo la intención del afeitado. Se recomienda el uso de aftershave después del afeitado.