Fallo de disco duro

Se produce un fallo de disco duro cuando una unidad de disco duro funciona mal y no se puede acceder a la información almacenada desde un ordenador correctamente configurado. Un fallo en el disco duro puede ocurrir durante el funcionamiento normal o debido a un factor externo, como exposición al fuego, al agua o a campos magnéticos o por sufrir un fuerte impacto. Los discos duros también pueden quedar inoperables debido a la corrupción de datos, la destrucción del MBR o por un malware que destruya deliberadamente el contenido del disco.

Fallo de disco duro

Qué es un fallo de disco duro

Se habla de un fallo de disco duro cuando éste no responde de forma correcta a sus funciones o no se pueden acceder a la información contenida en él, desde un ordenador correctamente configurado. Un fallo en el disco puede darse durante la operación normal de éste o por causas externas como un fuerte golpe, así como por el contacto con agua, fuego o cualquier otro agente externo que lo afecte en su funcionamiento. Los discos duros también pueden quedar inoperables debido a la corrupción de datos, la destrucción del MBR (Master Boot Record, Registro de arranque maestro) de la unidad de disco duro, o bien a través de malware que destruye deliberadamente el contenido del disco.

La composición de un disco duro hace que también pueda presentar fallos por desgaste de las piezas mecánicas. También existen discos duros con defectos de fábrica, que pueden presentar fallos antes de lo esperado. Generalmente un disco duro que logra trabajar de manera correcta por varios meses, tiene un buen tiempo de vida útil (varios años). Por otra parte, una unidad de disco duro puede fallar en cualquier momento en muchas situaciones diferentes.

La causa más notoria del fallo de la unidad es el “head crash”, que se produce al rozar la cabeza lectora con los discos de almacenamiento de datos magnéticos, causando que uno o más sectores queden defectuosos, lo que generalmente supone una pérdida severa de datos, y los intentos de recuperación de datos pueden causar más daño si no lo hace un especialista con el equipo adecuado.

Respecto a las señales de fallos de disco duro, las fallos en un disco duro pueden ser graduales o repentinos. En un fallo gradual se comienzan a dar señales de pequeñas fallos (problemas en la carga del sistema operativo, un ordenador lento, etc.), que pueden ser reparados o que permiten salvar la información antes de un daño total. En un fallo repentino, por el contrario, se produce una pérdida total del disco de forma inesperado. El fallo gradual de la unidad de disco duro puede ser difícil de diagnosticar, ya que sus síntomas, como datos dañados y la ralentización del PC causados ​​por áreas de fallo gradual del disco duro que requieren repetidos intentos de lectura antes del acceso exitoso, pueden ser causados por muchos otros problemas de la computadora, como el malware.

Los discos duros pueden fallar de varias maneras. El fallo puede ser inmediato o gradual, así como total, progresivo o limitado. Los datos pueden ser totalmente destruidos, o bien parcialmente o totalmente recuperables. Un fallo catastrófico sucede cuando el disco duro no puede ser detectado y no es reconocido por el sistema operativo. En ocasiones el daño en los discos duros se da únicamente en algunos sectores, cuando esto sucede se pueden tomar acciones para que se reparen estos sectores o se omitan en procesos de lectura y escritura, pudiéndose así tener un funcionamiento normal del disco. Para lograr hacer estas reparaciones se requiere de aplicaciones especializadas, que detecten dichos sectores y tomen las acciones requeridas.

Con el fin de evitar la pérdida de datos debido a la falla del disco, las soluciones comunes incluyen las copias de seguridad (backup), sistemas RAID (Redundant Array of Independent Disks), técnicas de redundancia de datos, sistemas Active Hard Drive Protection para intentar evitar o reducir daños mecánicos, tecnología SMART (Self Monitoring Analysis and Reporting Technology) para la detección anticipada de fallos del disco duro o el aislamiento estructural de los bastidores de los servidores en centros de datos.

La recuperación de los datos contenidos en un disco duro que presenta un fallo se puede hacer con la ayuda de hardware y aplicaciones específicas, aunque en ocasiones es necesario recurrir a empresas especializadas. La recuperación de datos puede ser parcial o total, ya que en ocasiones puede darse la pérdida total de datos, todo depende del estado en el que se encuentre el disco duro, que su revestimiento magnético no esté completamente destruido. Si la electrónica ha fallado, a veces es posible sustituir la placa electrónica. Las empresas especializadas realizan la recuperación de datos, a un coste bastante elevado, abriendo las unidades en una sala limpia y utilizando el equipo adecuado para leer los datos de los platos directamente.