Para llevar a cabo una reunificación de deudas, el consumidor debe cumplir ciertos requisitos para que una entidad bancaria apruebe la operación, como que el cliente debe tener una vivienda que se utilizará como garantía, que la nueva hipoteca no supere el 80% de la tasación del piso y que la cuota del hipotecario no supere el 35% de los ingresos.

Condiciones para la reunificación de deudas
Ante una situación de disminución de los ahorros o ingresos por parte de los beneficiarios de créditos, tanto hipotecarios como personales, los consumidores se encuentran en una situación de imposibilidad para asumir el pago de las cuotas mensuales que dichos créditos conllevan.
Frente a los vencimientos de dichas cuotas, la posibilidad de declaración de quiebra, el embargo de bienes del deudor o su inclusión dentro de un fichero de morosos, obligan al usuario a buscar alternativas viables con el fin de superar o atenuar dicha situación apremiante.
El apremiado tendrá una serie de opciones para intentar renegociar las condiciones de pago e intentar no caer en una situación extrema, por lo que intentará conseguir una reestructuración de deuda.
La reestructuración de deuda puede tener diferentes características, y se derivará de una negociación previa con el banco que otorgó el crédito, que puede implicar una prórroga de los plazos de vencimiento de las cuotas preestablecidas, el establecimiento de otras obligaciones diferentes a las originales en sustitución de aquellas, o una reunificación de deudas, con la contratación de un nuevo préstamo con garantía real y con plazos de cancelación de largo plazo que sustituya a todos los créditos y préstamos adquiridos.
Pero estas negociaciones con las entidades no siempre son sencillas y, si bien existen posibilidades de llegar a un acuerdo beneficioso para ambas partes, esto no se puede asegurar.
En este sentido es conveniente destacar que la reunificación de deudas implica una serie de condiciones y exigencias administrativas por parte del banco en cuestión para que dicha operación sea aprobada.
Básicamente, para que un beneficiario de créditos o préstamos apremiado por la imposibilidad de cancelar sus cuotas, consiga una reunificación de deuda, deberá cumplir las siguientes condiciones:
- Deberá tener una vivienda, con o sin cargas, que se utilizará como garantía de cumplimiento del nuevo préstamo hipotecario renegociado.
- El capital total de la nueva hipoteca no podrá superar el 80% del valor real y actual del piso, que resultará de una tasación actualizada e independiente solicitada por la entidad bancaria.
- La cuota mensual del nuevo compromiso hipotecario no deberá superar el 35% de los ingresos mensuales de la unidad familiar. Esta última condición quizá sea la más valorada por la entidad financiera, y está dirigida a impedir que las familias caigan nuevamente en situaciones de estrés económico debido a la incompatibilidad entre ingresos y gastos por pago de cuotas hipotecarias.
Si dispone de una vivienda de propiedad en la que reside y es mayor de 65 o tiene una discapacidad igual o superior al 33%, también le puede interesar consultar las hipotecas inversas.