Reestructuración de deudas

Una reestructuración de deudas consiste en reemplazar una obligación de deuda existente por otra bajo diferentes términos. Generalmente se pretende buscar una solución a un problema de falta de liquidez, y puede lograrse mediante un período de carencia, la subrogación del préstamo hipotecario a otra entidad financiera o con una reunificación de deudas.

Reestructuracion de deudas

Qué es una reestructuración de deudas

El azote de una crisis económica suele manifestarse en muchas variables de la economía personal y familiar, además de afectar de forma directa o indirecta las diferentes fuentes del gasto y ahorro de las personas.

El gasto y el ahorro son variables que dependen de las decisiones económicas de una forma diaria y cotidiana, ya que la disminución de los ingresos y liquidez no sólo influyen sobre los gastos necesarios cotidianos, sino también, y sobre todo, sobre aquellos compromisos adquiridos en momentos de mayor solvencia y bajo una serie de condiciones que no se puede evitar cumplir.

Quizá el ejemplo más concreto de esta problemática sea la imposibilidad de asumir el pago de los créditos o prestamos adquiridos por una persona, debido al cambio radical de su situación económica, marcada por una disminución considerable de sus ingresos, por diversas circunstancias como un aumento imprevisto de los cambios de interés o errores contables al momento de calcular el nivel de endeudamiento.

Ante esta situación de ahogamiento económico, con todo lo que ello conlleva, los beneficiarios de estos créditos optan por encarar un proceso de redefinición o reestructuración de deudas, todo con el fin de evitar la tan temida quiebra.

Frente a este desafío de búsqueda de oxígeno económico o administrativo para capear la tormenta, los endeudados generalmente optan por acudir, en primera instancia, a la entidad bancaria que les ha otorgado el préstamo para intentar reestructurar la deuda.

En el caso de que este primer intento sea fallido por las trabas con las que se pueden encontrar en este intento de renegociación, los endeudados tienden a optar por otras entidades bancarias.

Si en esta instancia tampoco se han conseguido avances en la reestructuración de la deuda, los deudores se dirigirán a una empresa de intermediación financiera, dedicadas específicamente a las negociaciones para la reestructuración de deudas.

Estas franquicias, en plena expansión por la masividad de la problemática que tratan, han pasado de no tener prácticamente ninguna oficina hace unos pocos años, a contar con miles actualmente.

La función principal de estas empresas es buscar la mejor solución para lograr la renegociación de las deudas, tratando cada caso de forma personal y según la falta de liquidez de la que se hable. Para ello, estos intermediarios financieros realizan todas las gestiones en nombre del interesado, negocian con distintas entidades financieras y proponen la operacion.

Las alternativas a las que se recurre habitualmente para intentar reestructurar las deudas son diversas, como un alargamiento de los plazos de pago, transformar deudas a corto plazo en deudas a largo plazo, negociar un periodo de carencia, subrogación del préstamo hipotecario a otra entidad financiera para obtener una mejora en las condiciones o la cancelación de todos los préstamos y créditos adquiridos para unificarlos en un nuevo préstamo.