Calentador de agua

Un calentador de agua es un aparato que sirve para elevar la temperatura del agua de uso doméstico, utilizada en la limpieza o la ducha. Los calentadores de agua pueden ser de distintos tipos, siendo los más comunes los que utilizan electricidad o combustibles como el gas natural, gas propano, queroseno o carbón. Muchos modelos disponen de un tanque donde acumulan el agua y la calientan hasta la temperatura seleccionada en el termostato.

Calentador de agua

Características de los calentadores de agua

Un calentador de agua es un dispositivo que mediante el uso de energía, eleva la temperatura del agua utilizada en la limpieza o la ducha, ya sea para uso doméstico o industrial. Para uso doméstico, el calentador se utiliza para calentar agua de uso sanitario, para cocinar, limpieza, duchas e incluso para calefacción.

Existen diferentes tipos de calentadores según su tamaño y funcionamiento, diferenciándose además por el tipo de energía que consumen. Éste puede ser gas, electricidad, energía solar, energía geotérmica, carbón, queroseno y otros.

Existen diversos tipos de calentadores de agua, como por ejemplo:

  • Calentadores de paso: también llamados instantáneos o de flujo. Su consumo energético es bajo ya que permanecen apagadas sin consumir energía y únicamente se encienden al detectar flujo, cuando detectan circulación de agua. Los calentadores de paso existen en dos versiones, eléctricos y de gas. Los de funcionamiento eléctrico están equipados con resistencia eléctricas, pueden ser instalados en espacios cerrados, son pequeños y su capacidad de calentamiento no es muy alta, por lo que se recomiendan únicamente para climas templados. Los que funcionan mediante gas son de mayor tamaño y ofrecen mayor temperatura y capacidad, pero deben instalarse en lugares ventilados ya que liberan contaminantes.
  • Calentadores de punto: son unidades eléctricas muy pequeñas ubicadas a poca distancia del lugar donde se requiere el agua caliente, y se activan manualmente mediante un interruptor o automáticamente por flujo. Dada su baja capacidad de calentamiento, su uso se reduce a unas pocas aplicaciones comerciales o domésticas, como lavamanos o duchas en viviendas económicas en países de clima templado.
  • Calentadores de acumulación: poseen un tanque donde acumulan el agua y la calientan hasta alcanzar la temperatura seleccionada en su termostato. Pueden utilizar como energía gas, electricidad, carbón, madera, fuel o energía solar. La capacidad del depósito puede ir desde 15 hasta 1.000 litros. Es muy importante el tipo y calidad de aislamiento térmico, ya que un aislamiento deficiente permitirá que el agua del acumulador se enfríe, lo que supondrá un consumo extra de energía para volver a recuperar la temperatura.
  • Calderas: las calderas utilizadas en los sistemas de calefacción por agua caliente, en muchas ocasiones permiten también obtener agua para uso sanitario. Las calderas son uno de los sistemas más eficientes y seguros para proveer agua caliente. En las viviendas las calderas se utilizan por lo general en climas donde el invierno requiere calefacción varios meses al año, mientras que en hostelería y otros usos comerciales, son casi indispensables.

Un calentador, cualquiera que sea su tipo, requiere de un cierto mantenimiento periódico para prolongar su vida. Para efectuarlo, se recomienda seguir las indicaciones del manual o en su defecto, del proveedor o del fabricante.

Las necesidades de mantenimiento también dependerán de la calidad del agua que se está calentando, ya que el agua con alto contenido de sales de calcio o magnesio tiende a obstruir las tuberías de agua en mayor medida, por lo que será necesario un mantenimiento preventivo a base de descalcificadores. Tanto en los depósitos, como en intercambiadores y conductos se recomienda eliminar los residuos minerales que se puedan ir acumulando, ya que reducen la eficiencia del aparato.

Otro punto importante a verificar es el funcionamiento del termostato y la válvula de presión, ya que de no funcionar correctamente, se corre el riesgo de que la presión interna aumente de manera peligrosa y ocurra una explosión.

Para la selección del tipo, tamaño y potencia de un calentador se deben considerar diversos factores, como la cantidad de agua caliente que se pueda requerir en determinado momento, la temperatura del agua, el clima o las características del espacio utilizable, así como la disponibilidad y coste de las diferentes fuentes de energía.

Respecto al costo, a largo plazo el principal coste asociado al calentamiento de agua es la fuente de energía, más que el precio de adquisición del equipo, su instalación o su mantenimiento. La energía más económica suele ser el fuel, seguida del carbón, el gas y la electricidad, aunque la disponibilidad y coste de cada opción depende del país.