Aunque actualmente los códigos de barras están presentes de forma masiva en la mayoría de los ámbitos, se han desarrollado varios sistemas que se pueden considerar serias alternativas a los códigos de barras, tales como los sistemas RFID o las etiquetas Bokode. Aunque estas nuevas técnicas son todavía incipientes en sectores como la industria o el comercio, por sus características con el tiempo pueden convertirse en cotidianas.
Alternativas a los códigos de barras
Existen diferentes métodos para la identificación de los productos, pero sin duda el más extendido es el código de barras, cuyo uso está tan extendido que actualmente es utilizado a nivel masivo en todo tipo de sectores, ámbitos y aplicaciones para el control automático de artículos. En la actualidad la mayoría de las mercancías presentes en los mercados son identificadas mediante códigos de barras.
Sin embargo, ya están surgiendo otras tecnologías para trazabilidad e identificación de productos que coexisten o incluso en algunos casos están desplazando a los códigos de barras, tales como las etiquetas RFID, los códigos Bokode o el escáner de reconocimiento de objetos.
Veamos algunos sistemas que actualmente se pueden describir como alternativas a los códigos de barras:
- RFID: los sistemas RFID (Radio Frequency Identification, identificación por radiofrecuencia) permiten el almacenamiento de datos en las denominadas etiquetas RFID, cuya finalidad es transmitir los datos almacenados a un emisor-receptor RFID mediante ondas de radio. La identificación por radio frecuencia está basada en un microchip que rastrea e identifica el producto al que está adherido a una distancia de entre 2 cm y 13 metros. Las etiquetas RFID se emplean en numerosos sectores para múltiples aplicaciones y se consideran una alternativa que podría reemplazar en un futuro cercano a los códigos de barras, ya que ofrecen diversas ventajas.
- Bokode: un código Bokode es una etiqueta de datos que consiste en un LED circular con un diámetro de 3 mm, cubierto con una máscara y una lente. Los Bokode contienen miles de veces más información que un código de barras del mismo tamaño y son legibles desde 4 metros de distancia y diferentes ángulos mediante una cámara. Sin embargo, su coste resulta elevado, ya que contienen un LED y requieren energía para funcionar.
- Escáner de reconocimiento de objetos: la compañía Toshiba ha desarrollado un escáner de reconocimiento de objetos que usa patrones basados en la apariencia, color y tamaño de los objetos para procesar los artículos e identificarlos sin utilizar códigos de barras. Este tipo de escáners de reconocimiento de objetos pueden resultar de gran utilidad para reducir los costes asociados a los errores de lectura y para evitar las esperas que ocurren cuando un escáner no puede leer el código de barras de un producto y se tiene que llamar a un empleado para que verifique el precio.
Aunque la fiabilidad y eficiencia de los sistemas basados en códigos de barras es incuestionable, tomando como referencia la primera lectura tenemos que el 97% de los códigos se leen al primer intento mientras que un 3% presenta dificultades de lectura o simplemente no se leen. El simple hecho de llevar a cabo un intento de lectura sin éxito o tener que teclear el código a mano por parte de un empleado, supone unos costes laborales y operativos, así como una pérdida de fluidez y eficiencia en la operación.
En el futuro, el sistema de códigos de barras puede quedar postergado por la innovación tecnológica debido a sistemas de codificación comerciales con que ofrezcan mayor capacidad de información y menores ratios de error en las lecturas. En muchos casos la tecnología ya está prácticamente desarrollada, pero existen problemas de implantación a causa de los costes estructurales asociados a su despliegue y a conflictos de competencias entre distribuidores y productores.
Aunque algunos nuevos sistemas de gestión de datos son hasta ahora poco utilizados a gran escala por su elevado coste, lo que ha supuesto un freno para su uso generalizado, su abaratamiento, el mayor número de datos almacenados y las múltiples aplicaciones que ofrecen en diferentes sectores pueden ser una baza para su desarrollo masivo y con el tiempo pueden convertirse en sistemas cotidianos.