Las lámparas son utensilios para dar luz, que convierten la energía de partida en luz. Hasta la llegada de la luz eléctrica las lámparas funcionaban quemando algún tipo de combustible, como aceite, madera o una mecha sumergida en grasa, pero desde la invención a finales del siglo XIX de la bombilla incandescente y el desarrollo de la generación y distribución de electricidad a gran escala, las lámparas eléctricas son la fuente de luz dominante.
Historia
Básicamente, una lámpara es un aparato para dar luz. Hasta la invención de la luz eléctrica, las lámparas funcionaban por lo general quemando algún tipo de combustible, como aceite, madera o una mecha sumergida en grasa, en un recipiente de metal, cerámica, vidrio o barro cocido, de tal manera que al hacer arder el material combustible, la llama combatía la oscuridad.
Desde la aparición a finales del siglo XIX de la bombilla incandescente, la generación y distribución de electricidad a gran escala impulsó el crecimiento del mercado de las lámparas eléctricas, que hoy en día es la fuente de luz predominante.
Para los seres humanos la luz es un elemento esencial para comprender el entorno, ya que la mayor parte de la información que recibimos a través de los sentidos la obtenemos a través de la vista. Por ello, las lámparas o sistemas de iluminación, aquellos sistemas que se utilizan para dar luz, han sido un avance tecnológico de gran importancia para el progreso.
Una lámpara puede considerarse un convertidor de energía, cuya función principal es transformar la energía de partida, que puede ser energía eléctrica o química, en luz. Algunos parámetros importantes que se utilizan para definir las características de una lámpara son los siguientes:
- Cantidad de luz emitida: indica la potencia luminosa emitida por una fuente. Se mide en lúmenes (lm).
- Vida útil: indica el tiempo estimado en horas después del cual es aconsejable sustituir las lámparas de una instalación para evitar que disminuyan los niveles de iluminación.
- Potencia: energía consumida por unidad de tiempo. Se mide en vatios (W).
- Eficiencia o rendimiento luminoso: cantidad de luz emitida (lm) en relación a la potencia consumida (W).
- Índice de rendimiento de color (CRI, Color Rendering Index): el color de la luz emitida por una lámpara depende de las características cromáticas de la fuente de luz. El CRI señala la capacidad de una fuente de luz artificial para reproducir colores normalizados, en comparación con una luz de referencia.
Tipos de lámparas eléctricas
Actualmente en el mercado existe una gran variedad de lámparas eléctricas, con diferentes características y funcionamientos, que se pueden clasificar en tres grandes grupos:
- Lámparas incandescentes: producen luz mediante el calentamiento por efecto Joule de un filamento metálico de tungsteno (wolframio), que se calienta hasta ponerse al rojo blanco, consiguiendo temperaturas tan elevadas que emite luz visible. Para evitar que el filamento se queme, ya que en contacto con el aire se oxidaría, se envuelve en una botella de cristal que se llena con un gas para evitar la evaporación del filamento y dejar el globo negro. El rendimiento de este tipo de lámpara es bajo, ya que la mayor parte de la energía consumida se convierte en calor.
- Lámparas de descarga: la luz se consigue estableciendo una corriente eléctrica entre dos electrodos situados en un tubo lleno de gas, de tal manera que la diferencia de potencial existente entre los electrodos provoca las descargas eléctricas necesarias para conseguir luz. Las lámparas de descarga son una forma de producir luz más eficiente y económica que las lámparas incandescentes.
- Lámpara LED: es una lámpara diodos LED (Light Emitting Diode, diodo emisor de luz) como fuente luminosa. Un diodo LED es un dispositivo semiconductor que emite luz cuando se polariza y es atravesado por la corriente eléctrica. Puesto que la luz que es capaz de emitir un LED no es muy intensa, para alcanzar una intensidad luminosa similar a otras lámparas, como las incandescentes, las lámparas LED están compuestas por agrupaciones de diodos LED, en mayor o menor número según la intensidad luminosa deseada. Las lámparas basadas en tecnología LED tienen una vida útil más prolongada que cualquier otro tipo de lámpara, una menor fragilidad y un mayor aprovechamiento de la energía.