Las nuevas tecnologías no sólo tienen ventajas, a veces traen consigo nuevas patologías. Por lo general se insiste en las patologías psicológicas provocadas por un uso irracional de Internet o los vídeo-juegos, como adicción, ciberpatologías, ansiedad o aislamiento social. Pero la tecnología también genera numerosas patologías físicas, provocadas por la exposición prolongada al monitor, las emisiones de los teléfonos móviles o el uso intensivo del teclado, el mouse o las teclas del móvil.
Aunque no son tan mediáticas como las patologías psicológicas, también existen numerosas patologías físicas asociadas a la tecnología: el uso intensivo del teclado, el mouse o las teclas del móvil pueden provocar tendinitis del tendón extensor del dedo pulgar o síndrome del túnel carpiano, la exposición prolongada al monitor causa problemas oculares o cefaleas y las emisiones de los móviles mejor no preguntar.
La Wii, la consola de Nintendo, con su nueva forma de jugar, ha contribuido enormemente a cambiar la imagen de los vídeo-juegos como actividades sedentarias, poco saludables y asociadas a la obesidad infantil. Los periféricos con los que el usuario interactúa con la Wii, como el Wiimote, el Nunchuk o la Wii Balance Board, a diferencia del mando clásico de las consolas, permiten hacer ejercicio, tanto para divertirse como para ponerse en forma.
Pero también la Wii tiene su patología particular, la Wiititis ("Wiiitis" en inglés), en un principio acogida como anécdota pero que rápidamente ha sido tomada en serio y diagnosticada formalmente. ¿En qué consiste? Tendinitis de codo, hombro y muñeca así como lumbalgias y molestias de espalda causadas porque, al contrario que cuando practicamos un deporte real, en que la energía se dispersa al golpear la bola o el balón, con la Wii no existe impacto que disipe la energía y ésta se acumula en músculos, tendones y articulaciones hasta el punto de provocarnos una lesión. Además, como los juegos no cansan mucho, se puede estar varias horas forzando sin que uno sea consciente.
¿Solución?
- Prevención: calentar y estirar, buena forma previa, no jugar demasiado tiempo y descansar al menos 10 minutos por hora.
- Tratamiento: un anti-inflamatorio y analgésico (como ibuprofeno) y completa abstinencia de la Wii durante una semana. ¡Nooo, una semana entera nooo!
Otro día hablaremos de los esguinces de tobillo de los que se caen de la Wii Balance Board…